El pívot de los de Sant Andreu vuelve a dar un recital con 39 de valoración y le gana el duelo a Barbecho (20). Sant Gabriel se desangra desde 6’75: 1/17 en triples

Duelo metropolitano para abrir boca en los octavos de final de la Copa Colegial. Sant Gabriel (Sant Adrià) y Sant Andreu de Natzaret (Badalona) se reunían en el pabellón de La Plana para ver quién se convertía en el primer cuartofinalista de esta reñida edición.

Un año más el pabellón de La Plana de Badalona se convertía en la sede que albergaba los grandes encuentros de la competición. Un campo en el que debutaba Sant Gabriel, pues poco acostumbrados están los de Sant Adrià a jugar fuera de su feudo fetiche, el SanGa Arena. De hecho, en el último año ya perdieron en la escuela Costa i Llobera y hoy los de Jesús Checa tenían la misión de poner toda la carne en el asador y conseguir el billete a la antepenúltima ronda. Pero para ello no se podían olvidar de defender a la bestia de Sant Andreu Natzaret: Ferran Llorens.  El pívot de 200 centímetros que maravilló hace tan solo dos semanas en la escuela de Maristes Sants volvía al ruedo para seguir dejando highlights de su calidad. Enfrente, eso sí, se encontraría hoy a otra torre: Pol Barbecho. Por el momento, en el minuto 5, quien estaba ganando la batalla –por la mínima- era el joven pívot visitante, que no tan solo le sacaba 3 centímetros a Llorens, sino que también lo superaba a base de ganchos y semiganchos para poner dos arriba a los del Besós (8-10). Tras un tiempo muerto, las cosas no cambiarían y Barbecho, acompañado de un jugón Mateo Suárez, seguía sacudiendo a Sant Andreu (10-14, min 6). Incluso un sabroso mate al contraataque de la estrella visitante conseguía poner de pie a la delegación adrianense y mostrar el camino al estrellato a su colegio. Al final del acto, 14 a 16.

A la vuelta, tiros libres BIE para ambos cuadros mientras un surrealista episodio con la cinta americana y la pancarta de promoción distraía las miradas de las hinchadas. Ya con el balón en juego, el foco de atención pasaba a las bancadas de Sant Gabriel y Sant Adrià. Ambos entrenadores metían intensidad a los suyos y al propio partido. Estas actitudes de los entrenadores daban más calidad al encuentro. Llorens recuperaba “pistonada” haciendo de recadero, matador y paloma mensajera a la vez, mientras que su camarada Arnau Solà afinaba su muñeca desde la línea de triple para –con un triple y 7 puntos consecutivos- encadenar un frenético parcial de 13 a 2. Un resultado (29-22 en el global) que obligaba a los compañeros de los “Chavaliers”  (grada de animación autodenominada de Sant Gabriel) a reaccionar. Realmente los de amarillo les estaban pasando la mano por la cara a Barbecho y compañía. La reacción no solo no llegaba, sino que se postergaba en el tiempo. Jordi Martínez y Pol Correa se paseaban “como Pedro por su Plana” y seguían causando graves estragos en la defensa de Sant Gabriel. Una defensa que cada vez se parecía más a un queso Gruyère, pues estaba siendo tan permeable que los de Badalona ya les habían colado 24 puntos (40-33).

Tras el receso, show time  de Llorens. No solo es un jugadorazo en la pintura, sino que también demuestra que tiene calidad a raudales desde la línea de seis setenta y cinco. Y por si quedaba dudas de que lo de Llorens era un espasmo… Para nada. Con todo el morro repetía en el triple. Un Felipe Reyes en potencia, sin duda, que propulsaba a Sant Andreu Natzaret a una distancia considerable (50-36, min 20). Ahora que a Sant Gabriel le empezaba a llegar el agua al cuello como en la película de La Sirenita  en la que Eric casi se ahoga, los homólogos de las dreamersrequerían un resetinmediato si querían disponer de opciones de remontada. Poco a poco las graderías iban rellenando los pocos huecos que faltaban por cubrir el lleno y, de mientras, Sant Andreu mantenía su colchón de puntos cosechado en estos dos últimos cuartos. El ímpetu de los locales, junto a la mala suerte de los visitantes de cara a canasta dejaba el periodo ganado por Sant Andreu. Pero no así el partido… todo parecía un camino de rosas y un paseo triunfal hasta que reapareció el temido Pol Barbecho. Un pincho superlativo que levantaba el polvo de algunos asientos tras los aspavientos de un público asombrado, sumado a un 2+1 para quitarse el sombrero, ponían de nuevo a Sant Andreu en la palestra.

Con 54 a 44 en el electrónico daba inicio el asalto definitivo. Un nuevo canastón de Suárez acompañado de un dominio abrumador en el rebote ponía de nuevo en pie a la afición de Sant Andreu, que coreaba el nombre de su escuela para que los suyos volvieran a reencontrarse en el tapete de juego. Preocupaba y mucho el rushde Sant Gabriel. Los azules se estaban sintiendo cómodos por primera vez en muchos minutos y ya tan solo eran cuatro los puntos de diferencia entre una escuadra y otra. A todo esto, los chavaliers -en los que ha habido nuevas incorporaciones de ex jugadores como Xavier Vergel - rugían como nunca. Los nervios estaban a flor de piel, y Manzanares ponía orden en el caos pidiendo expresamente a sus jugadores que no protestaran las acciones arbitrales. “Quien se queje se va al banquillo”, exclamaba el entrenador de los nazaretinos para calmar los ánimos visto lo complicado que le estaba resultando el partido. Y más orden se requería aún ras un nuevo contratiempo: Miquel Mendavia con un triple desde el lejano Oriente ponía el partido en un brete. Eso sí, la réplica no tardaría en llegar: Carlos Ruiz y David Manzanarez Jr  ajustaban las tuercas y volvían a los 6 de diferencia para hacer enloquecer a su hinchada más acérrima. La remontada parecía ya descartada: pero Jordi Jarque y Narcís Aragall  empezaban a sacar los colores a Sant Andreu y se apuntaban al carro de la épica. Chillidos, gritos de ánimo… mucho fervor. Se paraba el tiempo… Jarque de tres: ¡FALLOOOOO! Pero aún había un último resquicio de oportunidad. Cuatro puntos consecutivos de Mateo y Narcís apretaban el partido y empezaban a provocar taquicardias en algunos sectores del campo. La gente ya tenía bastante con la alarma del coronavirus como para ahora preocuparse por las taquicardias… Hasta que llegó Javier Bernal Domènech. Calma, paciencia. Dos tiros libres para “Dume”. Los dos limpios. Y a respirar… El último tiro a la desesperada de Aragall no daría sus frutos. El pulso de Bernal, decisivo para atar in extremis  el pasaporte a la tercera ronda.

Mateo Suárez (Sant Andreu) y Ferran Llorens (Sant Gabriel) fueron escogidos MVP’s del encuentro.