La espinosa lesión de Jose Blasco y el anuncio de suspensión de la competición por el coronavirus dejan un mal sabor de boca en una tarde en que lo de menos fue el triunfo de THAU

En medio de la crisis del coronavirus, donde las escuelas, los institutos y los centros de Barcelona están a la espera de las instrucciones del Govern de la Generalitat por un posible cierre, THAU y La Salle Bonanova se veían las caras en un choque en Pedralbes que se presentaba de alto voltaje, pero que en los primeros minutos acabaría dejándonos a todos con un mal sabor de boca por un terrible contratiempo.

Para mantener la concentración desde un buen principio, la dirección de comunicación de la Copa Colegial decidía hacer un huddle  especial para mantener viva la esperanza de los jugadores desde un buen principio y que se olvidaran del COVID-19 por al menos una hora. Las palabras del DIRCOM parecía que surgían efecto durante los dos primeros minutos, pero antes de que llegara el minuto 3 una mala pisada en el rebote ofensivo de José Blasco (Salle Bonanova) helaba el pabellón de THAU. Los gritos de dolor enmudecían a cualquier espectador. La situación era muy preocupante y el choque debía de detenerse durante unos instantes. Tras el cambio más que obligado, Blasco era retirado a hombros y trasladado con urgencia a la clínica Corachán. Toda una lástima y un dolor tremendo para esta competición. La Salle hoy debía de competir a contracorriente. Además de ir cortos de banquillo –las rotaciones en el partido serían mínimas debido a la falta de efectivos-, ahora debían combatir la dura baja de Blasco. El resultado en pista del primer cuarto, no obstante, mostraba que Bonanova estaba en guardia aun y el varapalo recibido. De momento, 9 a 10 para los rojinegros con un Alvaro Muñoz echándose el equipo a la espalda.

En los prolegómenos del segundo cuarto, THAU aprovechaba los tiros libres BIE para empezar un parcial que marcaría sin duda el antepenúltimo acto. Con un 14 a 2 en menos de 160 segundos, los locales se ponían las pilas y ponían tierra de por medio en el tanteo global (23-12). Miquel Giner,  con un triple majestuoso y colosal a tablero, junto a un excelso Oriol González seguían machacando la canasta visitante. Bonanova parecía cada vez más afectado y el partido ya estaba empezado a transformarse en una fiesta de los verdinegros. El parcial era de miedo: 22-2. Los puntos estaban comenzando a caer más rápido que la propagación del coronavirus en el Estado y esto no le hacía pizca de gracia al coach  Jonathan Muñoz. Un Muñoz que pedía rápidamente un tiempo muerto para abordar la situación y dar ánimos a sus chicos, que lo estaban pasando mal. Sin duda no estaba siendo una tarde nada agradable para los jugadores que se impusieron a María Espinalt hace cosa de tres semanas. A la vuelta, Javier Fatjó no se lo pensaba y Bonanova recuperaba sensaciones por un momento tras una jugada del 42 más propia de un pívot de que lo que es él, un alero. Sin embargo, esto acabaría siendo un espejismo. Este periodo tenía nombre y apellidos: Guillem Blanch. De lo mejor de estos ocho minutos. THAU, on fire: 41-16 y partido controlado.

Tras el receso, más novedades del coronavirus. Y para nada eran “bonanovas”. La dirección de la Copa Colegial suspendía la competición temporalmente durante dos semanas. Hasta el día 24 no habría partidos por seguridad y siguiendo siempre las recomendaciones del Gobierno de España, de la Generalitat de Catalunya y de la Fedreació Catalana de Bàsquet, entidad de la cual depende el torneo, la Copa Colegial cerraba hoy cautelarmente sus puertas.  El THAU-Bonanova y el Virolai-Pàlcam serían los dos últimos partidos de la semana. Unas novedades que  llegaban a los jugadores de ambos cuadros en pista, pero que no les distraían del objetivo último del día de hoy: llevarse el choque y conseguir el ticket para los cuartos de final. THAU, eso sí, no bajaba la guardia y seguía aumentando distancias para ponerse 29 arriba (51-22, min 21). Joan Mominó desde fuera de la zona y Oriol González trabajando muy duro en la pintura se convertían en los baluartes anfitriones en este tercer periodo. La Salle Bonanova intentaba pararles los pies, pero THAU ya iba más lanzado que Usain Bolt cuando enfila los últimos 60 metros del hectómetro. El tanteo no dejaba dudas: 57-25. El último cuarto pasaba a ser un trámite.

Los postreros y últimos ocho minutos servían para que ambas escuadras pudieran probar nuevas mecánicas, nuevas técnicas y diseñar una estrategia para los próximos acontecimientos. THAU aprovechaba para prepararse para los cuartos de final de la mejor manera posible, mientras que Bonanova maquillaba el resultado final, que acabaría siendo de 71 a 40, de la mano de unos inspirados Alvaro Muñoz y Javier Fatjó. Un parcial total muy clarividente que, sin embargo, sin la lesión de Blasco, seguro que no hubiere sido el mismo. THAU, volando a cuartos; La Salle, que en primera ronda no le había picado el aguijón, se iba a casa con un mal sabor de boca. Esperemos que su estrella, Jose Blasco, se recupere cuanto antes. ¡Viva el basket y viva la Copa Colegial!

Miquel Giner (Escola THAU) y Alvaro Muñoz (La Salle Bonanova) fueron escogidos MVP’s del partido.