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19 de Febrero de 2016. Colegio Salesianos Zaragoza
Cuartos Masc.
Final
Hay algo de egoísta en los equipos campeones. Algo similar a todos. Cuando ven un estandarte colgando en su pabellón, quiere que el siguiente vuelva a ser suyo y hacen todo necesario para poder hacerlo posible. Es el aviso que mandaron los Centuriones de Salesianos al resto de sus rivales: quieren volver a ser campeones. Y lo hicieron merendándose a los Hipopótamos de Compañía de María.
Primer cuarto: Primer Aviso
Centuriones Salesianos salieron dispuestos a demostrar que siguen siendo un equipo campeón y lo hicieron con un primer aviso hacia su rival, un parcial de 10-0 que hacía temblar las convicciones de un equipo sólido como Compañía de María. Como había sucedido frente a Romareda, los Hipos fueron capaces de reaccionar para meterse en un partido en el que les había costado entrar pero en la recta final del primer cuarto para sentirse capaces de plantarle cara a su rival, 16-8.
Segundo cuarto: Suma y sigue
En un partido de cuartos de final no hay espacio para la relajación. Eso fue algo que dejó meridianamente claro Salesianos, que siguió sumando puntos y ventaja frente a un rival que respondía con la cabeza alta a las envestidas de su rival. Pablo López lideraba a los locales que encarrilaban el partido al descanso con un electrónico que marcaba el 34-19.
Tercer cuarto: Showtime
A falta de emoción, los dos equipos se soltaron definitivamente en ataque. Con un acierto increíble, el intercambio de canastas entre ambos contendientes fue un auténtico show de baloncesto ofensivo con mención especial a los cinco triples que fueron capaces de anotar los Centuriones para un parcial de 22-18 en el cuarto.
Cuarto cuarto: Respiro para acabar
Con el partido decidido, los dos equipos se tomaron un pequeño respiro en los últimos minutos de juego en el que se limitaron a disfrutar de la aventura de la Copa Colegial. Mientras los Centuriones disfrutaban de la victoria junto a su afición, los Hipos se marchaban con la satisfacción de lograr ganarle el último cuarto a su rival, para volver a casa con una sonrisa.




