Salesians Horta asalta el SantGa Arena y vuela por primera vez en su historia a octavos de final. Un memorable Marc Jiménez se viste de Terminator y acaba con el sueño de los Chavaliers. Los de Checa pelean hasta el final pero mueren en la orilla y vuelven a demostrar que tienen la mejor afición de la Copa Colegial.
Día grande en la Copa Colegial Barcelona, y es que no hay nada que nos guste más que un super-mega jueves colegial, sí, super-mega jueves porque hasta 6 partidos se disputaban simultáneamente en la ciudad condal este último día de febrero, que, caprichos de la vida, coincidía con el año bisiesto. Y qué mejor plato entrante de este superjueves bisiesto, que por cierto, caía en horas de la (bi)siesta, que un Sant Gabriel - Salesians Horta. Ambas escuadras llegaban habiendo ganado en su debut y ahora les tocaba medirse en el que era probablemente el partidazo del día en un pabellón que es la meca del baloncesto colegial en Catalunya.
Llegada de la organización complicada, debido al frenesí urbanístico provocado en la Ronda Litoral por el Mobile World Congress pero a golpe de gas se materializaba la llegada sobre la bocina al SantGa Arena y entrábamos, como Alicia, al País de las Maravillas. Ambientazo espectacular como siempre en la pista del Sant Gabriel, con llenazo hasta la bandera y con unas gradas rebosantes de hooligans dispuestos a llevar en bolanda a los Chavaliers de Sant Adrià. Un graderío abarrotado en el que nos encontrábamos con varias caras conocidas de la Copa Colegial, como la de Sarata Doumbia, crack del equipo femenino del SGSA que jugará mañana o la del gran Iñaki Jiménez, ex entrenador de Salesians y devoto de la competición, además de una grandísima persona a la que le tenemos especial aprecio por la pasión que le pone a todo aquello que hace.
Aunque para apasionado el legendario Checa: icono del colegio y entrenador del Sant Gabriel que ya sabe lo que es ganar una Copa Colegial y que 5 años después volvía a los banquillos del pabellón de la Calle Ricart. Lo hacía con unas Converse en blackout fresquisimas, escoltado por sus compañeros de staff Talaverón y Herrador, y con ganas de seguir avanzando en la Copa para repetir una gesta que, a ojos de la estadística 5D de Ansa, se presentaba como algo del todo imposible.
Everything ready 100% que diría Coach Iandrey y balón al aire de la wonder-refereeSofia Lagomazzini, la árbitra de moda de la Copa Colegial que sin dudas ya postula para salir en el próximo TikTok de mejores árbitros. En el tapete inicio fulgurante: un ruido ensordecedor que provocará más de una visita a GAES, y unos Salesians de Horta desatados que salían con el cuchillo entre los dientes y pisando el acelerador a fondo, haciendo honor al rojo Ferrari de su camiseta. Y como no, el que salía enchufadísimo era Marc Jiménez, un jugador top que ya pudimos ver en acción en el canal de SergiiRAM y que firmaba minutos dignos de supercrack cazando rebotes a tutiplén y percutiendo por la zona como Terminator por Los Ángeles. Pero los Chavaliers, que jugaban en casa y no se iban a dejar ganar terreno tan fácilmente, contestaban de la mano de don Àlex Guillén, que con vista de halcón se inventaba una bola filtrada que algunos no veríamos ni con las Apple Vision Pro y se lo dejaba guisadito a Nil Camilleri que remataba la faena bajo el poste. El SanGa Arena vibraba como nunca a ritmo de tambores y cánticos made in Sant Adrià y pese a un inicio difícil, ahora parecía que los locales empezaban a despertar. Toma y daca constante al punto que las cabezas en la grada parecían estar viendo un partido de Nadal o de Carlitos Alcaraz y no de la Copa Colegial, pero es que esta es la magia de esta competición: aquí se juega básquet total. Y entre todo este jaleo, el que aparecía era el portentoso Marc Romeu que a falta de una Julietta tomaba las riendas y se (marc)aba una bandeja que bien podría portar Bandera Luna, el camarero más famoso de Instagram. Los SuperMarc’s sumaban de dos en dos para los suyos sin parar y terminaban el cuarto en +6 para unos Salesians que estaban dando la campanada.
A la retoma seguía el pollastre marca de la casa: ahora eran los últimos curiosos los que llegaban y se encontraban con un contrapié inesperado: se tenían que quedar en la puerta viéndolo desde la distancia. Overbooking total en Sant Adrià. Locura de unos hooligans que no se venían abajo ni con el runrún de saber que iban por detrás en el electrónico y que el año pasado ya cayeron en 16avos de final en una situación parecida. Esta edición parecía que la cosa sería diferente pero es que los visitantes habían llegado como tapados y estaban compitiendo de tú a tú al temible SanGra, aún y con el extra de un público en contra que haría temblar las piernas a más de uno. Salesians se está acostumbrando a la Copa y ya le va pillando la mecánica al asunto: sin miedo al K.O. y con sed de victoria compite a quien sea. Solo hacía falta ver al bueno de Aleix Martinez, que se inventaba un triplazo desde aproximadamente, y con permiso de Ramón, Titus Carpa Badalona que hacía sonar el chof hasta el piso de segundo de bachillerato. Y de triple en triple tiro porque me toca: de triplazos iba la cosa. El que contestaba ahora era Marc Pérez que también la metía de 3 con dedicatoria a la grada incluida, en lo que estaba siendo un recital de baloncesto por parte de ambos.
Ocho arriba para los pupilos de Alexandre Díaz, que seguían remando como Vicky el Vikingo y que se valían de un titánico Edgar Faust para levantar a toda la grada. El crack de Salesians se cocinaba un jugadón él mismo como si fuera un postre de Jordi Roca y la metía bajo el aro como el que no quiere la cosa. Locura visitante que también se hacía notar en el fondo norte de Sant Adrià. Los de Horta estaban demostrando una sólidez brillante y lograban irse 21-30 al descanso en lo que estaba siendo un partidazo como la copa de un pino que cada vez hacía más sombra a los de Checa.
Media parte en la que aprovechamos para ver a ilustres personajes del Col·legi Sant Gabriel Sant Adrià en el palco VIP improvisado a pie de pista: el imbatible Aguado, el rey de reyes Pol Ríos y el inigualable Ángel Maldonado, campeón de Barcelona, de España y único jugador que puede decir que anuló al ACB Ruben Prey en un partido de Copa Colegial. Menudo marcaje le clavó al portugués y menuda final se marcó Maldonado en 2022. Nostalgia total.
Pero vayamos al turrón, al asunto, al meollo, al taglio, en definitiva: al partido. Los Chavaliers se conjuraban con una gran arenga de Checa y salían en tromba a por la segunda mitad. Y vaya si lo hacían: el heróico Camilleri se vestía de SuperMan y saltaba hasta los dos metros para taponar a lo bestia y enloquecer a la grada local. Se caía el pabellón. Showtime total en la Copa al que se sumaba el 10 de Horta, Aleix MartÍnez. El alero hortenc se encargaba de ponerle más salsa si cabe al match con dos triplazos seguidos que meterían miedo al mismísimo Coco. Estratosféricos. Recital de Don Aleix Martinez I de Horta y Guinardó que estaba casi tan sublime como el Príncipe Marc Jiménez, su fiel escudero, que no sólo defendía la zona con casta germánica sinó que también se encargaba de pillar todos los rebotes que podía, alzándose bajo el aro como Godzilla por el Empire State. +10 para un Horta, que estaba on fire como el cometa Halley (que, al igual que la Copa Colegial, solo pasa una vez en la vida). Mientras, el gran Nil Camilleri intentaba frenar la dinámica visitante con un triple de escándalo que maravilló hasta a Ana Moleón, jugadora de las Dreamers que lo celebraba como si lo hubiese metido ella. Se lo pasaba pipa. Al final, último arreón de los locales que querían la remontada a toda costa y que se valían de un inspirado Guillem Rodríguez para poner el 44-33 con el que cerrábamos el cuarto. 11 abajo para los Chavaliers y todo el pescado por vender, en lo que estaba siendo una fiesta de baloncesto llena de calidad, garra y sobretodo: respeto.
Últimos 8 minutos que lo decidirían todo, y es que en la Copa Colegial ya se sabe: si pierdes estás fuera. Por ello, ambos conjuntos salían a morir como si de gladiadores romanos se tratara, convirtiendo el SanGa Arena en el Coliseo de Sant Adrià y ofreciendo un espectáculo que bien valdría una entrada. Ahora los locales volaban a lo bestia como un AirForce One de la fuerza aérea estadounidense, con un Joan Comas que emulaba a Top Guny que, con sus zapas rosa chicle, impartía una masterclass de basketball a base de tapones y canastones. Checa se dejaba la voz desde la banda y Alexandre Díaz veía como a los suyos les tocaba apretar los dientes como nunca. El Sant Gabriel carburaba como el coche Cupra de Mr. Aguado por Nurbunrging y lo hacía gracias a un Alex Simón estelar que había puesto 6ª y que, con el factor grada disparado, estaba complicándole mucho las cosas a los de Horta.
Para más inri, Joan Comas se inventaba un triplazo descomunal desde prácticamente media pista y ponía patas arriba el pabellón: 47-53 y un minuto por delante. Final de partido no apto para cardíacos, y es que cuando los locales ya pisaban los talones a los de Horta aparecieron las figuras Aleix Martínez y Marc Jímenez, como si dos rayos de luz en medio de la oscuridad se trataran, para asumir responsabilidades y meter los tiros libres que ponían 8 arriba a los suyos a falta de 15". Tensión total y Joan Comas lo intentaba a la desesperada sin éxito, agotando las posibilidades del Sant Gabriel y permitiendo a Salesians acariciar los octavos de final por primera vez en su historia. Último punto de Marc Jiménez que ponía la guinda a su partido sumando 20 puntos en una de las pistas más difíciles de la Copa Colegial. Bocina final y la gesta se hacía realidad: Salesians asaltaba el SantGa Arena y tumbaba a los Chavaliers de Checa que hicieron un papel memorable y que se quedaron a las puertas, en un partido que tuvo todos los ingredientes propios de la mejor competición escolar de Europa. Gracias por este espectáculo y por hacer cada año más grande a la Copa Colegial.
Los MVP’s Santalucía del partido fueron Nil Camilleri (Sant Gabriel Sant Adrià) i Aleix Martínez (Salesians Horta)
Huddle top de Piñeiro
Ambientazo siempre en el SantGa Arena
Echábamos de menos a Sofia
Nil Camilleri Robles (Sant Gabriel) y Aleix Martínez (Salesians Horta)
