¡Qué ilusión nos hace poder a volver a escribir crónicas como esta! Y la razón no es otra que el haber recuperado dos equipos que por diversos motivos dejaron de competir, y hemos tenido la suerte de que vuelvan este año. Hablamos de las Dragonas del Colegio Británico y de las Suricatos de Bajo Aragón. Las primeras compitieron por última vez en el 2020, y las Marianistas del Bajo Aragón, lo hicieron en aquel ya lejanísimo 2014, tras haber participado en dos buenas ediciones iniciales.

Escribir sobre el partido en sí, se puede resumir en que ambos equipos disfrutaron a su manera, y que finalmente ganaron las Suricatos entrenadas por Javier Meneses, acompañado de Alfredo Monforte, por un contundente 9 a 72. Por parte local anotaron con mucho mérito, pues la superioridad visitante fue manifiesta a lo largo y ancho de todo el encuentro, como decía, anotaron Virgina Rubio, Laura Díaz con un fantástico triple, Carmen Monge e Inés Rodriguez. Nuestro mayor reconocimiento a todas las integrantes de las Dragonas por algunas jugar por primera vez a este maravilloso deporte, y otras por su pasión por el mismo.

A las Dragonas, y aquí viene una de las historias paralelas e interesantes de este partido, las entrenaba toda una Hall of Famer, como Paula Fickinger. Es, por lo menos, el segundo equipo que entrena Paula tras su estelar paso como jugadora por el pabellón de la carretera de Teruel (sí, he dicho bien, Teruel, aunque aquí en Zaragoza nos empeñemos en llamarla carretera de Valencia…).

Otra noticia de las Dragonas es que Virginia Rubio (video), a la postre MVP Santalucia de su equipo, y jugadora aún de 1º bachillerato. Pues bien, Virginia se ha propuesto como trabajo fin de bachillerato, hacer un proyecto sobre la Copa Colegial. Y este proyecto ha consistido en reconstruir su equipo, organizar todo el papeleo que lleva la inscripción, buscar un patrocinador que les hiciera los uniformes (¡preciosos, por cierto!), organizar entrenamientos con Paula y otros muchos detalles que van surgiendo cuando te embarcas en aventuras tan emocionante. La historia de Virginia Rubio con la Copa Colegial se remonta a varios años atrás, cuando sus hermanas empezaron a disputarla. El último año de las dragonas, en el 2020, incluso pudo jugar por primera vez junto a su segunda hermana. Todo ello acompañada por un histórico de la Copa, como es Igor Cebrián. Otra historia es sobre Paula Herrero, MVP. Irene Lopez Melús, su prima, cuyo equipo jugó la Copa Colegial los años 2015-16, vino a animarla en recuerdo de sus buenos años con las Suricatos. ¡Qué no conseguirá la Copa Colegial!