Tarde de muchas emociones la que vivimos en el pabellón del colegio Compañía de María. Una abarrotada pista del Carlos Alocén que registró la mayor afluencia de público de la historia de la Copa Colegial Zaragoza para presenciar una Gran Final masculina que enfrentaba a dos equipos muy parejos y que respondió a la expectativas, con una extraordinaria igualdad hasta el final y una intensidad que hizo disfrutar a todo el público asistente. Los Hipos de Compañía de María se hicieron con el triunfo y ya lucen su primer Estandarte masculino en el colegio.

Lo que el partido prometía se cumplió desde incluso antes del inicio con la imagen, ya histórica, de la afición de los Gallos entrando en el pabellón precedida de un grupo de mariachis. Los cánticos y la animación, muy colorida por parte de ambas aficiones, ponían el prólogo a un primer cuarto en el que entró mejor Compañía de María. Como la cita era decisiva, las primeras acciones estaban marcadas por el nerviosismo, con mucha precipitación algunos errores no forzados que, en otras situaciones, estos equipos no acostumbran a tener. Los Hipos ponían la máxima del partido (+7) con un triple y un tiro libre posterior de Diego Jarne, pero Molière reaccionaba en el tramo final para, desde la línea de tiros libres, meterse en el partido y acabar el periodo cuatro puntos abajo. Curiosamente, los de Edu Ibáñez, únicamente anotaban una canasta en juego en los primeros ocho minutos, conseguida por Miguel Bolea y, el resto de sus puntos, llegaban gracias a los tiros libres. Se lanzaron en este primer cuarto ¡21 tiros libres!, lo da idea de los parones que tuvo el duelo y de la intensidad que ponían los dos equipos.

Los Gallos empezaban a carburar y, con un 0-6 de inicio, daban la vuelta al luminoso y se ponían por primera vez por delante. Bolea estaba imparable y el equipo funciona como una máquina bien engrasada, con aportaciones de todos los jugadores que se repartían los minutos de partido. Los de Kike Barcelona no encontraban a Miguel Cooper, su jugador referencia en los partidos anteriores, pero por contra, aparecía Ignacio De Rosendo para ganar el juego interior para los suyos. 21-20 al descanso y todo por decidirse en la segunda parte.

Tras superar el ecuador del encuentro, llegan unos minutos en los que ambos equipos se tantean, repartiendo puntos a uno y otro lado sin que ninguno de los dos rivales consiga abrir distancias en el marcador. Lycée Francáis Molière tira de la inspiración de un enchufado Alejandro López, que demostraba su excelente momento, del que hemos disfrutado durante toda la competición, haciendo una gran dupla exterior / interior con Rubén Villanueva, siempre dominador cuando el balón se acerca a la zona, pero los Hipos no bajan la guardia y, con un buen Víctor Gil, dejaban el cuarto en tablas, 33-33 y que todo quedara pendiente de los últimos ocho decisivos minutos.

Las dos aficiones rivalizaban en colorido y volumen para intentar llevar en volandas a sus respectivos colegios en pos del Estandarte. Bolea avisaba de sus intenciones poniendo por delante a los Gallos, pero el mejor Pablo Cativiela, y Miguel Cooper, convertido en Cooperman en el momento clava del partido, se empleaban a fondo para que el título fuera a parar a las paredes del pabellón de la Enseñanza. Dos triples, el primero del propio Cooper y el segundo de Pablo Aliacar, ponían cuatro puntos de ventaja para Compañía de María a dos minutos del final. Iban a ser decisivos, porque Kike Barcelona implantaba una ferrea defensa y su equipo trataba de agotar los segundos de posesión para que sucediera lo menos posible hasta el final. Y funcionaba, porque los Gallos ya solamente lograrían un solitario punto, obra de Miguel Bolea, mientras la dupla de oro, Cooper y Aliacar, cerraba el marcador con el definitivo 47-40 mientras en los últimos segundos la afición de Compañía cantaba ya el "campeones, campeones" a su equipo y la de Molière agradecía y reconocía el trabajo y la lucha de su equipo a pesar de la derrota.

Compañía de María escribe su nombre por primera vez como campeones de la Copa Colegial Zaragoza en categoría masculina, mientras Lycée Français Molière seguirá buscando un Estandarte que se le resiste y que, en este 2024, ha tocado con las yemas de los dedos. Miguel Cooper ha sido elegido MVP de la competición, como reconocimiento a su trabajo en un equipo del que ha sido alma dentro y fuera de la pista. Ahora, toca esperar hasta el 11 de abril para conocer a las campeonas femeninas.