Épica gala y, cuando se cumplen ocho años de su última Gran Final, los Gallos vuelven a tener opción de ganar su primer Estandarte. Y lo hacen como siempre han hecho a la largo de su historia en la Copa Colegial: sufriendo y tirando de ganas y fe ante un IES Miguel Catalán que les dio la réplica hasta el último minuto de partido y se quedó, por segundo año consecutivo, a las puertas de luchar por el título de campeones.

El gran ambiente de animación que había desde casi una hora antes del comienzo del partido en el pabellón Santo Domingo hacía presagiar otra tarde mágica de Copa Colegial. Y así fue. Un partido intenso y competido con deportividad por parte de ambos equipos en el que los Tigers de Iván Sala buscaron en el inicio sorprender al rival, como ya habían hecho una semana antes en cuartos de final, para lograr pronto una renta que les permitiera hacer su juego durante el resto del partido. El 2-6 inicial hacía presagiar una repetición de la secuencia, pero esta vez, los Gallos no se dejaron avasallar y, con el buen hacer grupal y el acierto de un Miguel Bolea que apuntaba a MVP desde el inicio, le dieron la vuelta a la tortilla en un primer cuarto marcado por los nervios y el poco acierto en las acciones, con innumerables pérdidas de balón no forzadas y muy poco acierto de cara a los aros. Un escueto 10-6 cerraba los minutos iniciales.

Molière salía al segundo cuarto con una preocupante falta de ideas en ataque, mientras veía como sus rivales les creaban muchos problemas para pararles, algo que solamente conseguían con un rosario de faltas que pronto llevaban a los Tigers a la línea de tiros libres. Un parcial 0-7 de inicio ponía la máxima distancia en el electrónico para cualquiera de los dos equipos (+5 en favor de Miguel Catalán) sin que los de Eduardo Ibáñez consiguieran anotar hasta superado el minuto 4. Los Gallos buscaban su poderoso juego interior ante las dificultades para anotar desde fuera, y Rubén Villanueva les daba el aire que les faltaba y les proveía de nuevas vías para hacer daño por dentro, devolviendo el parcial y, con un 9-1 secando a sus rival y llegando al descanso con tres puntos de diferencia a su favor (19-16).

Los dos equipos salían responsabilizados tras el intermedio. Mucho respeto y, sobre todo, muchísima igualdad en unos muy buenos minutos, tal vez los mejores del duelo. Marco Zorraquino era un espectáculo por los visitantes, bien dirigidos por un Iker Lacámara que marcaba los tiempos del partido. En frente, los Gallos funcionaban como equipo, devolviendo cada canasta y manteniendo el marcador en guarismos muy parejos que, ni siquiera el duelo de triples que tuvieron en los últimos momentos del cuarto entre Louis Renon, Mateo Cadarso y Marcos Martín, conseguían ampliar para uno u otro contendiente.

Y así se llegaba al tiempo decisivo, los últimos ocho minutos del partido, con todo en el aire y opciones de victoria para cualquiera de los dos equipos. Las aficiones se desgañitaban apoyando cada cual a los suyos, y cada canasta era una fiesta entre el ruidoso y vistoso público que llenaba Santo Domingo. Tal era la igualdad que, al borde del infarto, el partido estaba empatado a 40 con solamente un minuto por jugarse. Muchos parones por faltas en los sesenta segundos finales, en los que los Gallos iban sumando de punto en punto mientras que IES Miguel Catalán no podía hacer daño a la intensa defensa gala. Una pérdida y recuperación de Renon a 40 segundos del final, permitiía conseguir tres puntos de Gabriel Peralta (un tiro libre y una una canasta en juego) y, posteriormente y ya con los Tigers a la desesperada, dos tiros libres de Bolea y Matías Ledesma (con otros dos fallos respectivamente en sus primeros intentos) daban a Lycée Français Molière el triunfo ante la alegría de su afición que invadía la pista para celebrar con sus jugadores el pase a una Gran Final que se resistía desde hacía demasiados años. IES Miguel Catalán termina así una magnífica participación en la Copa Colegial 2024, en la que ha llegado, por segundo año consecutivo, a semifinales, faltándole muy poco para alcanzar la que habría sido su segunda Gran Final en su historia colegial.