Una final anticipada. Así definía el partido Jorge García de Jalón, MVP Santalucía de Leones Marianistas en zona mixta al término de 36 minutos de máxima intensidad en los que ambos equipos tuvieron sus momentos y sus oportunidades para llevarse el triunfo. La experiencia y la frialdad de los locales decidieron en el tramo final que la balanza se inclinara para el lado marianista.

El pabellón de orillas del Canal estaba ya animado en una tarde lluviosa tras haber jugado y ganado las Leonas minutos antes del comienzo del partido masculino, así que poco hizo falta para calentar el ambiente en un duelo clásico de la Copa Colegial Zaragoza. Romareda dio primero por mediación de un Daniel Torcal que ya avisaba de que iba a ser pieza clave en el partido. En los Leones, tomaba el mando en seguida un Marcos Rodrigo que oposita, partido a partido, a conseguir el MVP del torneo, esta vez anotando "solamente" 23 puntos y apuntándose 12 rebotes a la cuenta. Cautela de los dos entrenadores en el primer cuarto e igualdad en el tanteo, con un 12-10 para los locales al término de los primeros ocho minutos.

Parcial de 0-5 y Romareda que se ponía poder delante con un buen triple. ¿De quién? Sí: de Torcal. Los Leones no se desesperaban y, ante la defensa indicidual y férrea a Rodrigo, buscaban salida por el lado de un Esteban Mayayo tocado por la varita mágica. Y es que los vigente campeones jugaban un gran baloncesto hasta con su estrella anulada y sentada en el banquillo durante algunos minutos, llegándose al descanso con un 24-19 que dejaba las espadas en todo lo alto de cara a la reanudación.

Los Rinos veían ante sí la opción de tomarse la revancha de la pasada edición, cuando fueron ampliamente derrotados por Marianistas, y aparecía en escena Adrián Moreno, un jugón que iba a ser básico en el latigazo que pegaba su equipo para, con un 0-8, darle la vuelta al marcador y ponerse dos puntos por delante. Eran momentos de zozobra para los locales y de nerviosismo generalizado, con hasta cuatro faltas técnicas casi consecutivas por la dureza del duelo entre Rodrigo y Sobrino y las protestas del banquillo visitante. Este hecho, unido a la eliminación por cinco faltas del propio Gonzalo Sobrino, descentraron a los Rinos que, merced al acierto de Marcos Rodrigo, con 9 puntos consecutivos en el último minuto del cuarto, perdían su ventaja y llegaban al final del periodo un punto por debajo en el electrónico (36-35).

Fernando Colom pedía tranquilidad a los suyos y, sin duda, la mejor forma de conseguirla era enchufando tres triples de forma casi consecutiva (López-Torres, Mayayo y Gustavo García) solamente contrarrestados por un par de acciones de ataque de los Rinos convertidas por Moreno y Júlvez. A tres del final, los de Ramón Ruiz de Conejo pagaban el cansancio físico y no veían como frenar a sus rivales, mientras que no encontraban la forma de hacerles daño en ataque. Tres minutos, hasta el sonido de la bocina, en la que no pudieron anotar y veían como una desventaja de tres puntos, iba aumentando hasta, con un parcial de 10-0 de Marianistas, acabar el partido con la máxima diferencia global, un +13 que reflejaba el resultado definitivo, 54-41. 

Alegría local y decepción visitante, en unos Rinos que estuvieron con opciones de victoria hasta bien mediado el último cuarto del partido. Los Leones seguirán optando a revalidar su Estandarte y quedan a la espera de conocer cuál será su rival en semifinales, que saldrá del enfrentamiento entre Salesianos y Compañía de María.