Volvía la Copa Colegial a unas gradas con historia en la competición, un pabellón de Salesianos que nos recibía con los Estandartes de las dos ediciones ganadas por sus equipos: 2015 el masculino y 2018 el femenino. Ya sabemos que la Copa Colegial es diferente, pero a veces nos seguimos emocionando cuando vemos como, hasta los directores de cada colegio, ocupan un lugar en la grada para animar a sus alumnos. En este caso, contamos con la presencia de docentes por parte de ambos equipos, destacando los directores de Salesianos, Eduardo Marco y Juan Bosco Sancho. 

Partido aparentemente fácil para unas Centurionas que, en el día de San Valentín, enamoraron a su afición ganando los cuatro cuartos. Pero, a pesar de la abultada diferencia final, tres de los cuatro periodos fueron muy competidos. La escasez de banquillo local hacía presagiar que el buen juego desarrollado desde el principio por las chicas de Irene Rabinal podría ir palideciendo con el paso de los minutos, pero no fue así. 

Alejandro Abián, entrenador visitante, se presentó con un equipo tan joven como ilusionante y pronto se dio cuenta de ello para calmar los impetuosos ánimos de sus jugadoras solicitando su primer tiempo muerto a los tres minutos de partido con un 10-4 reflejado en el luminoso. Los primeros puntos llevaron el sello de Patricia Martínez quien, a la postre, sería elegido MVP Wibo de Salesianos, y Claudia Campo por parte de las Canguras. El primer cuarto acaba con un 14-7 que otorga cierta ventaja a las locales.

En el segundo cuarto aparece con fuerza Blanca Divasson, anotando el primer triple por el cuadro de El Salvador y manteniendo a sus compañeras en el partido. La buena rotación de las visitantes les llevó a acercarse hasta un 23-21 tras el segundo tiempo muerto solicitado por su técnico. Sin embargo, el martillo Martínez y la aparición de nuestra actual BSAA, Lidia Reche, volvieron a ampliar la diferencia hasta el 33-24 con el que se llegó al descanso, momento durante el cual, como ya es tradicional en el cuartel general de los Centuriones, pudimos disfrutar de las habilidades de los más pequeños, que sueñan con emular a sus referentes de los cursos superiores.

El partido continúa tras el descanso con la misma dinámica acontecida en el anterior cuarto. El Salvador presiona en defensa pero las Centurionas saben zafarse y aumentar la ventaja con un parcial de 13-4 que deja casi definido el partido en estos ocho minutos de juego.

El último cuarto sirve para dar minutos a todas las jugadoras por parte de las Canguras, ya que varias de ellas, que dejaron un gran recuerdo en el Jamboree de 2017, en aquella final nacional perdida por una canasta de oro  en la prórroga, debutaban en esta edición de la Copa Colegial siendo aún de 3º ESO. Por parte local, las chicas dirigidas por Irene Rabinal e Irene Gaspar mantuvieron la distancia sin forzar la máquina regulando fuerzas ante futuros envites y cerrando el partido con un 63-41 en el electrónico.