Romareda Rinos ha vuelto a la grande a la Copa Colegial. En un partido jugado de forma inteligente, con mucha velocidad y un ritmo anotador endiablado, los chicos de Álvaro Blanco obtuvieron la clasificación para la Gran Final, que les medirá a Hipos Compañía de María en la lucha por el Estandarte. Romareda no llegaba hasta el partido decisivo de la competición desde el año 2014, cuando perdieron la final ante Marianistas. Esta vez tienen una nueva oportunidad de emular a su equipo femenino y conseguir su primer Estandarte de la categoría.

Primer cuarto:

Los Tigres Miguel Catalán empiezan con fuerza el partido. Buscan el juego interior y la potencia física de Eduardo Ibáñez y Carlos Velar que, bien dirigidos por un inspirado Ángel Martín llevan la iniciativa en los primeros minutos. Un parcial de 4-12 pone en alerta a los Rinos, que buscan el juego exterior para recortar distancias. El 16-23 con el que termina el cuarto deja satisfechos a ambos: a Miguel Catalán porque han demostrado cierta superioridad y a Romareda por han logrado mantenerse en una distancia prudencial.

Segundo cuarto:

Tras anotar Carlos Velar nada más iniciarse este periodo, Miguel Catalán entra en unos minutos de sequía anotadora. Romareda consigue cerrar la vía de agua que tenían en el primer cuarto bajo el aro y, los intentos visitantes desde lejos se demuestran mucho menos efectivos. 17-0 de parcial para darle la vuelta por completo al partido, con un Marcos García estelar en este primer tiempo del partido. Pero los Tigres siempre luchan y no se dan por vencidos. Y si Romareda podía pensar que las cosas se volvían fáciles, el final del segundo cuarto les va a indicar que no va a haber ni un segundo de tregua: Eduardo Ibáñez se pone el mono de faena, se echa al equipo a la espalda y, con ayuda de el que es su gran escudero en el partido, Velar y Simon Hubner, endosan en los últimos dos minutos un 0-10 que les devuelve el mando del partido (33-35) al descanso para que podamos vivir una segunda parte espectacular y abierta.

Tercer cuarto:

Los dos equipos vuelven a la pista concienciados de que están ante una gran oportunidad para llegar a la Gran Final y luchar por el Estandarte. El ritmo es frenético en el tercer periodo, juego muy vistoso, jugadas coast to coast y acciones brillantes que provocan una tremenda igualdad y que ni unos ni otros consigan irse en el marcador. 22-22 es el parcial de este cuarto, un marcador propio de un partido profesional que es todo un regalo para la vista de los espectadores que lo siguen a través de twitch. 

Cuarto cuarto

Tigres Miguel Catalán lo han dado todo en la pista, lo que no ha sido suficiente para ponerse en ventaja clara. Con el paso de los minutos, el aspecto físico les empieza a pasar factura porque Romareda, con mucha más profundidad de banquillo, plantea minutos de juego muy vivos, con rapidez, contraataques y mucho lanzamiento lejano, algo que intentan imitar los visitantes ante la desesperación de su técnico, Guillermo Alconchel, que pide constantemente jugar por dentro, donde está la fortaleza de su equipo. Sin embargo, el cansancio no perdona, y los Rinos, con Marcos García y Carlos Alejos dando sus mejores minutos de baloncesto, pone la directa y con un parcial 10-0 se pone seis puntos arriba a dos minutos del final del partido. Los Tigres no se rinden y contestan a cada canasta local pero, pese a sus esfuerzos, Romareda no sufre demasiado en los últimos segundos y se lleva el partido y el pase a la Gran Final con una ventaja de 5 puntos en un partido memorable, de los que pasarán a la historia de la Copa Colegial Zaragoza por el excelente nivel exhibido por ambos equipos.

El lunes, Romareda Rinos regresará a una Gran Final masculina tras siete años sin pisar el partido decisivo por el Estandarte y se medirá a otro de los colegios históricos de la Copa Colegial, Hipos Compañía de María, en su intento por emular a las hexacampeonas femeninas de su colegio.