Pasan los años, pasan los partidos, pasan las eliminatorias pero, a lo largo del tiempo, lo que no cambia es la imbatibilidad de Romareda Rinos. En la semifinal disputada el pasado viernes, las de Sergio García volvieron a ser una locomotora a toda máquina ante Cañoneras Corazonistas a las que, por segundo año consecutivo, apearon de la lucha por el Estandarte. Cinco años después, nadie ha conseguido aún ganar en Rinópolis... 

Primer cuarto: las Cañoneras quieren dar la campanada

Rinos empieza marcando el ritmo del partido y dejando claro que son favoritas. Un parcial inicial de 8-0 indica que el partido va a ser dominado de principio a fin por las actuales campeonas. Sin embargo, a tres minutos del final del primer periodo, Cañoneras sacan su carácter y se meten en el partido devolviéndoles el golpe y asestando un 0-6 que sorprende a las locales y deja el resultado en un 8-6 que hace pensar a los espectadores que, esta vez, Rinos va a tener que sufrir para ganar el encuentro.

Segundo cuarto: las aguas vuelven a su cauce

Un triple de Beatriz Urrea pone nada más empezar por delante en el marcador a las visitantes por primera y única vez a lo largo del partido. Pero si algo tiene Romareda es una extraordinaria profundidad de plantilla. ¿Que pasan por un bache? Ahí están Cristina Montón y Carlota Losfablos para que no se note. Entre ambas (más un tiro libre convertido por Marta Gayarre), anotan 14 puntos sin dejar respirar a las Cañoneras de Alicia Pueyo y Víctor Escoliés que, tras el triple, no consiguen anotar en lo que resta de cuarto. 22-9 al descanso y la brecha en el marcador es ya importante.

Tercer cuarto: monólogo de Rinos

La reanudación es ya un camino tranquilo para Rinos. Magistralmente dirigidas por Irene Gil, que sería elegida Mejor Jugadora Wibo de su equipo, y con Irene Montón mandando como de costumbre en "su" zona, no dan opción en el juego y en el marcador. En un cuarto que pasa sin apenas historia, la diferencia aumenta hasta los 24 puntos, con solamente dos tiros libres convertidos por Ana Chicapar para Corazonistas sin que logren ninguna canasta en juego.

Cuarto cuarto: mero trámite

Con el encuentro ya decidido, Romareda rota jugadoras sin notar diferencias en su rendimiento. Una buena producción anotadora, especialmente destacadas Cristina Montón y Ana Gayarre, les lleva hacia la Gran Final sin complicaciones. Pese a que Cañoneras no pierden la cara al partido en ningún momento, la avalancha de juego intenso y rápido, unida al acierto de cara a canasta, les hace imposible sobrevivir al partido. La diferencia final de 33 puntos resulta cruel para los méritos de las visitantes que, por segundo año consecutivo, se quedan con la miel en los labios de poder disfrutar del partido decisivo.

Romareda Rinos se reencontrará con Centurionas Salesianos en la Gran Final. El auténtico "Clásico" de Copa Colegial Zaragoza, disputado en cuatro de las cinco ediciones y que solamente en 2016 evitó Hipos Compañía de María. La lucha por el Estandarte está servida.