El oso panda no es un animal tan tranquilo como parece. Aunque juegue como local en un hábitat que no es natural para ellos, el pabellón del colegio Montearagón, donde los Gallos empiezan a sentirse como en casa, los Pandas de Rosa Molas vendieron la piel del oso muy cara antes de que los Gallos la cazaran. Y eso no sucedió hasta el último cuarto porque, durante muchos minutos, los Gallos hubieron de sudar la cresta.

Primer cuarto: inicio eléctrico

David Martín dio primero. El "Jaycee Carroll" de la Copa Colegial enchufaba un triple nada más lanzarse el balón al aire para el salto inicial. El escolta de Lycée intimidaba para abrir boca, pero los Pandas, dirigidos por Konstantin Atarés, no iban a amilanarse en absoluto. Duelo de parciales: un 10-2 de Pandas, con Nico Gayá y Unai Cristóbal como protagonistas ponía en ventaja a los que ejercían como locales (aunque fuera a 50 metros de su colegio). Los Gallos, como siempre, no se preocupan: su triunvirato Martín - Aguilar - Perales se ponen manos a la obra y devuelven un parcial final de 0-6 entre los tres. Final del cuarto inicial casi como se empezó: un solo punto arriba para los de Moliére.

Segundo cuarto: los Gallos se estiran

Tal y como terminaron los primeros ocho minutos, los Pandas entran en fase de dudas. Solamente consiguen concluir con el balón traspasando la red tres de sus jugadas. La primera de ellas, por cierto, para ponerles nuevamente en ventaja. Pero ni los Gallos ni su animosa afición estaban dispuestos a tolerarlo. Con Martín continuando en su línea y poniendo la diana en el MVP del partido, se unió a la fiesta un Enrique García que sumó 6 puntos en este cuarto. Menos mal que estaban Hugo León y Diego Cortés para solucionarlo con dos triples que mantienen a los Pandas en el partido. Los Gallos se llevan al vestuario una renta de 5 puntos.

Tercer cuarto: Pandas en acción

Rosa Molas, firmemente secundados por una afición que les lleva en volandas durante este cuarto, supera esta vez con claridad a unos Gallos que tal vez comenzaban a pensar en las semifinales con demasiada antelación. Unai Cristóbal y Hugo León destacan durante estos minutos, levantando la desventaja ante un Molière que se desangraba en los tiros libres (4 fallados sobre 6 intentos). Solamente resta un cuarto por jugarse y  los Pandas se han subido a la cresta de los Gallos: empate a 34 para darle la máxima emoción a los últimos ocho minutos.

Cuarto cuarto: la experiencia es un grado

En un ambiente ensordecedor en cada acción, con las aficiones ocupando ambos fondos del pabellón, aplaudiendo o silbando cada acción, según de qué equipo atacase, los nervios se acrecentan por momentos en una pista que tiene magia: un partido en Montearagón nunca se resuelve sin intriga. Los primeros minutos son de intercambio de canastas en los que nada se decide. La resolución está cada vez menos clara y la sombra de la prórroga se alarga sobre la cancha. Y ahí llegamos al momento en el que los Gallos mejor se desenvuelven: el último minuto, aquel en el que los de Diego Ayensa son maestros del suspense. Y en el marcador, un empate a 39. Dos tiros libres convertidos, en el momento decisivo sí, por David Martín y una canasta de Hugo Aguado para dejar el 39-43. No tuvo Aguado mejor instante para estrenar su casillero anotador en el partido. Porque los de Atarés fueron ya incapaces de anotar en los últimos 60 segundos, que pasaron volando para ellos, viendo como los Gallos se levantaban triunfantes y les cerraban el paso a semifinales.

Pero vaya partido de los Pandas. Se van de la Copa Colegial 2017 con la cabeza muy alta, con un equipo joven que el próximo año promete dar la misma (o más) guerra que en esta edición. Enhorabuena Pandas. Y de los Gallos... qué decir de los Gallos. Que el partidazo que se nos viene encima en semifinales ante Montal Calasanz Raptors es de aquellos que, a buen seguro, van a quitar a sus aficiones, dos de las más ruidosas de la Copa Colegial Zaragoza, algún añito de vida. El espectáculo está servido, que siga la función.