Maravillosa tarde de baloncesto la que vivimos el viernes en el colegio Liceo Francés a manos de dos grandes míticos colegios. Con unos minutos de retraso, porque dicen que lo bueno se hace esperar,…

¡Comienza el partido! Falta de Alameda de Osuna en cuanto el balón se pone en marcha. ¡Pura dinamita! No quiere perder. El equipo visitante, con un banquillo con poca rotación, comparado a otras ediciones de la Copa Colegial donde necesitaban tres y cuatro bancos para estar todas juntas, empieza dominando el encuentro. Muy superiores en ataque, con más portento físico, el primer cuarto es dominado por el conjunto visitante, terminando con un face to face entre Laura Martín y Martina Mas, MVP del encuentro.

La grada arde, aunque en momentos de pandemia, os podéis imaginar, ni a años luz de esas anteriores ediciones dónde los alumnos pisaban la línea de fondo y banda porque no cabía ni un alfiler en el pabellón.

Las jugadoras están nerviosas, muchos fallos debajo de canasta y muchas precipitaciones en los pases. Ataca Liceo Francés, que reacciona en el segundo cuarto, pero las rojas roban el balón y anota un triple Mariola Bustamante. Vuelven a reaccionar las locales, que recorta la distancia en el luminoso y se llevan el segundo cuarto por 11 a 5. Nada claro al descanso, muchas dudas, tendremos que ver qué sucede en la segunda parte.

‘La diferencia es mínima’, así lo hace saber el entrenador de las búhas, el mítico Daniel Vílchez. Liceo Francés tiene la bola, que sigue recortando distancias gracias a la línea de tres a manos de Carla Bonnevide. Pero las chicas de Alameda de Osuna todavía tienen mucho que decir, ¡locura de Copa Colegial! Puro espectáculo en la cancha. Como si esto fuese un auténtico concurso de triples, las chicas de Carlos González suman uno, dos, tres,… y hasta cinco triples en este tercer cuarto. Vuelven a despegar en el marcador y, aunque la grada visitante es más reducida que la local, se escucha más a esta a gritos de ‘Alameda, Alameda’.

Las jugadoras francesas no tiran la toalla en ningún momento. Dan un paso hacia adelante en intensidad, aprovechando el banquillo tan numeroso que tienen. Con el cuchillo entre los dientes, las locales son más duras defendiendo, lo que hace que las duendes pierdan más de un balón. La suerte no acompaña a las chicas del Liceo que, aunque lo intentan una y otra vez, no consiguen anotar y el tiempo se va acabando.  

Con el partido ya roto, lo más espectacular y digno de aplaudir, es que las ganas no se pierden y, hasta que no suena el pitido final, las azulonas siguen luchando. Finalmente, el partido se lo lleva el equipo visitante, 29-45 en el luminoso. Ambos equipos de dan la mano, se abrazan, se hacen la foto de equipo mezcladas y sonríen, porque saben que todas han hecho todo lo que han podido.

Y rápidamente, abandonamos la instalación. Toca desinfectar la pista y dar paso a los chicos,…

¡Enhorabuena, Alameda de Osuna!