El culé Iker Garmendia, con 25 capturas, bate el récord de rebotes de Mario López, pero no le vale a Bon Soleil para seguir vivo en la Copa. Un coral Badalonès ya está en semis y espera a Claret o Sant Gervasi Mollet

La televisión de Badalona aparecía en el pabellón de la Mar Bella para dar cobertura al penúltimo partido de los cuartos de final de la Copa Colegial Barcelona. Y es que Badalonès y Bon Soleil escogían esta emblemática pista en los aledaños de la playa del Poblenou. En la búsqueda, un billete que diera acceso a las deseadas semifinales del campeonato catalán. Los de Gavà venían de ganar su choque de octavos con solvencia frente a Pàlcam, mientras que los ‘Dimonis’ sufrieron hasta el último cuarto frente a Aula.

Solo empezar el partido, se veía que esto volvería a ser una pelea en las alturas. Si en el partido de hace apenas una veintena de días contra la escuela europea Aula Mario López atajó la friolera de 20 capturas frente a Roger Liria, hoy tendría delante otro rival de nivel: Iker Garmendia. El pívot del Barça recibía el OK de los azulgrana para jugar el partido colegial… y gracias a él Bon Soleil no caería estrepitosamente. Sus números acabarían siendo inverosímiles, acumulando 33 puntos y 25 rebotes, vapuleando el récord de su homólogo en el campo hoy, el propio López, alias “El Hombre de Yeti”.

En los primeros minutos dominaría el intercambio de canastas. Los del Garraf mantendrían el tono y con un Garmendia liderando la tropa acompañado de un solvente Lucca Rodríguez en el pase mantenían a ralla a Badalonès (7-9, min 4). La pelea se traducía básicamente en la pintura: ambas escuadras apostaban por sus jugadores top, los cuales no descansarían en todo el partido -tan solo ‘SuperMario’ un par de minutos-, para jugarse los galones en el semicírculo. Con álgidos movimientos de pívot y un fantástico movimiento de piernas, Garmendia le comía la tostada a López en este primer periodo. Esto, sumado a un par de pinchos dignos de álbum de cromos, hacían que Lycée Français Bon Soleil, aun y acabar 7 abajo este primer parcial (24-17), se fuera con buenas sensaciones al primer paso por banquillos.

Xavier Riera no se fiaba un pelo de los chicos de Mario Levy y es por eso que se mostraba continuamente intranquilo revoloteando por la zona técnica. Arriba y abajo -en ocasiones parecía que estuviera desfilando en la mismísima 080 Fashion Week-, Riera daba indicaciones para frenar urgentemente al rubito de Bon Soleil. Garmendia seguía resquebrajando la defensa badalonesa y ni un brillante Pol Orellana ni el mejor Felipe Montero conseguían aturar a la bestia. El cadete blaugrana se estaba convirtiendo en Goliat, y de momento, no había ni un David que lo pudiera parar. De hecho, el único en las listas de Badalonès, de Oliveira, no estaba ni convocado. Así que Riera tenía que buscar otros candidatos a parar a este portento que, solo en 16 minutos, había pispado 15 rebotes. Garmendia no daba muestras de agotamiento y Badalonès seguía sin cerrar un partido en el que, visto su fondo de armario y su superioridad técnica, partía claramente como favorito. Al final de la primera parte, 46-36 y Garmendia dando una masterclass.

Jugar en equipo suele ser más resultón que depender de un jugador. Y de eso se encargaría de demostrarlo Badalonès. Desplegando todo su arsenal, Riera fletaba distintas líneas de tiro y un sinfín de jugadas combinativas para lanzar una ofensiva letal. Con Garmendia ya cansado y sin la ayuda de jugadores clave en la primera mitad como Medina o Rodríguez, los de Gavamar perdían fuelle y la pista se les hacía el doble de larga. Pérdidas que suponían contraataques de los ‘Dimonis’, fallos bajo canasta y un Garmendia desatinado hacían que Bon Soleil se deshinchase y empezara a despedirse del partido. Un canastón de Tugas, el cual colocaba el 62-42 (min 22) en el marcador, disparaba a +20 a Badalonès para acabar cerrando el cuarto con un parcial demoledor: 22-9. En el total, 68-44: Bon Soleil desangrándose y Badalonès engranándose.

El último periodo se acabaría traduciendo en un nuevo paseo de los de Badalona. Riera tendría ocasión de hacer probaturas y ahí iba la primera de ellas: Van Elswyk. El jugador del Joventut de Badalona saltaba a pista y, en un pis-pas, se marcaba unos números típicos del gallego Fran Vázquez: 4 puntos y 8 minutos en seis minutos de juego. Espectacular. A todo ello, este sería el cuarto de Mario López. ‘SuperMario’ estaba haciendo un notorio partido, pero sus números distaban mucho de la exhibición que se marcó frente a Aula. De hecho, de eso se dedicaba a hablar el propio Mario que, segundos antes de regresar a la pista tras un descansillo, comentaba animosamente la crónica del partido de octavos con el equipo de redacción. “Fue muy buena y muy graciosa. Me encantó lo del hombre de Yeti”, soltaba. “Pues este (Garmendia) hoy te supera (en rebotes)”, le replicábamos antes de que saltara a materializar sus últimas canastas. Aunque no le revelábamos el titular de hoy, con Goliat de por medio. Seguro que le gusta… Mario tumba a Goliat (90-50) y Badalonès, a semifinales. Claret o Sant Gervasi Mollet, las nuevas presas de Mario López. ¿Logrará que, tras referirnos a él como ‘El Hombre de Yeti’, pasemos a llamarle ‘SúperLópez’?

Mario López (Badalonès) e Iker Garmendia (Bon Soleil) fueron elegidos MVP’s del partido.