Los locales arrasan en su debut guiados por Rodríguez y Ríos y ya están en octavos de final. Ambiente brutal y llenazo de 400 personas: Sant Gabriel supera las expectativas (80-36)

Rosalía daba la nota desde las 15h40 en el pabellón de la escuela Sant Gabriel Sant Adrià. El mítico colegio del Besós, campeón en 2019 en el cuadro femenino, volvía a llenar las gradas. Acabada la clase y después de comer, centenares de aficionados y aficionadas, alumnos y alumnas rebozaban la gradería un año más. Nunca fallan. Aman la Copa Colegial.

Con el partido de hoy, que enfrentaba a Maristes Champagnat y a SanGa, comenzaba el primer tourmalet de la Copa. Y es que en los próximos 7 días hábiles se jugarán 9 partidos de la competición.

Con huddle, como siempre, iniciaba el partido que dominaría en los primeros compases la escuadra entrenada por David Aguado. El que dirigió a las ‘Dreamers’ en su época dorada en 2019 volvía al parqué de la escuela con muchas ganas. Ahora como coach del masculino, sus pupilos abrían la lata con buenas jugadas de los Rodríguez. Dídac y Alejandro se lo pasaban pipa a la vez que veían como un nuevo encesto de Ferran Miñano catapultaba a Sant Gabriel a abrir un primer e importante boquete en el luminoso (8-2, min 5). El óptimo movimiento del balón junto a la batuta de Dídac Rodríguez marcaban el compás del primer acto, que finalizaría entre ovaciones a los locales, que ya dominaban por un cómodo 13 a 4.

Los ‘Chavaliers’ -aunque se dejaba entrever una pancarta desaliñada- ya no estaban en la grada, pero la afición rugía como nunca. Incluso cuando Quikum Wu se disfrazaba de Yao Ming para hacer un canastón propio de la NBA. Tras eso, aluvión de puntos por parte de los dos teams, destacando un gran triple de Jordi Comas y una canasta a la contra de Arnau Pardo, que a falta de Arnau Parrado -ex jugón de Sant Gabriel-, se hacía valer. Mitad del cuarto y tiempo muerto: 29-13 y un ritmo frenético en el pavais. A la vuelta, más de lo mismo: Rodríguez se comía a quien se le ponía por en medio y Pol Ríos anotaba sin pestañear. Eran ya 15 puntos antes de llegar al minuto 15. Nadie lo podía parar: 1 tanto por minuto. Antes de acabar el parcial, nuevo arreón de los de casa que, con un triplazo casi sobre la bocina de Miñano, “mataban” al león Champagnat: 37-13.

En el descanso brillaba de nuevo, gracias a los destellos de luz solar que entraban en el pabellón, el estandarte de campeonas de 2019. Las de SanGa consiguieron el hito hace ya 33 meses y, aunque este año no van a poder revalidarlo, seguro que muchas de ellas vendrán a animar a sus compañeros en sus partidos colegiales.

Los visitantes parecía que reaccionaban al comienzo del tercer periodo, pero un par de despistes de los de rosa volcaban a los de Aguado a superar la veintena de puntos de diferencia nuevamente. El ritmo era acojonante y Champagnat, por mucho que no lo reflejara el marcador, estaba haciendo también un gran partido. El físico de los jugadores era lo que estaba realmente marcando las diferencias: la altura de los pívots y los músculos de Dídac Rodríguez -propios de un corredor de atletismo- ponían de relieve la superioridad de los locales. A falta de un minuto para el finiquito del penúltimo acto, un 26-50 reinaba en el marcador antes de que Pau Roura cometiera una desagradable falta antideportiva a uno de los jugadores de Sant Gabriel.

Una falta que sería sancionada en la línea de tiros libres BIE al inicio del 4º cuarto. Champagnat se quedaría sin lanzar desde 4’65 por decisión de la organización que, tras escuchar las explicaciones de los árbitros, dejaría sin efecto la bonificación BIE. Una decisión protestada por el coach visitante, pero que no despistaría a los de Champagnat de seguir dándolo todo en el tapete azul. Jordi Comas y Oriol Garriga ampliaban sus casilleros y evitaban un resultado más abultado de lo que fue al final: 80-36. Sant Gabriel ya es esquipo de octavos de final.

Ferran Miñano (Sant Gabriel) y Gerard Grífol (Champagnat) fueron escogidos MVP’s del partido.