Los de Mollet siguen la estela de las féminas y se cuelan en cuartos un año más. Arnau López, imperial (15+9), guía a los suyos y sortea la pizarra de Mr Solivelles

Tras cinco días de espera, la Copa Colegial Barcelona volvía a relucir sus mejores colores. El partido de Plaferreras VS Sant Gervasi Mollet sería el aperitivo de lo que estaba por venir: hasta siete choques de alto nivel. Una semana, sin lugar a dudas, fulgurante.

Tras un intenso periplo por los polígonos de Sant Cugat del Vallès, la organización descubría que el match se disputaba en el pabellón del colegio Leonardo Da Vinci. Solo empezar, primer acto heroico de los jugadores de ambas escuadras: los veintiséis participantes lucían una pancarta en apoyo a la paz mundial. Estamos hartos de guerras y tanto los jugadores como los organizadores queremos jugar en paz. Una imagen que vale más que mil palabras: unidos en contra de la masacre, unidos en contra de la invasión rusa.

El encuentro, lejos de empezar con los típicos cambalaches iniciales de estas alturas de la competición, se iniciaba con un dominio aplastante de los de lila. Sant Gervasi Mollet confiaba en Roger Molist, el típico escolta de los de antes, para iniciar una racha aplastante en solo 5 minutos de partido. Cero a doce (0-12) y timeout. Los molletenses estaban emulando a sus compañeras, que ya el jueves pasado se impusieron cómodamente a Champagnat. Por el momento, esto estaba siendo un paseo. Solo Lluc Ossó y Handi Cornago eran capaces de romper el fatídico parcial para ellos. Al final del primer acto, 4-15 para Mollet.

Tras el breve receso, hoy en un partido más dinámico de lo habitual por los ajustados horarios de la competición vespertina, PlaFarreras se ponía el mono de trabajo y ajustaba las tuercas. Ossó, imperial en la pintura, seguía nutriendo su casillero a base de trabajados encestos. Esto, sumado a los gritos del coach local, Raimon Solivelles, hacía que el luminoso se ajustara aún más: 11-17. Los santcugatencs habían puesto fin a la sangría y ahora se antojaba un partido muy diferente. “¡Hemos hablado pocas cosas, pero no hacéis ni una!”, imprimía Solivelles vociferando a los suyos. Quería ponerse por delante… Pero aún le quedaba mucho trabajo. De momento había ralentizado el ritmo, como hace un gregario en el pelotón del Tour de France. Un severo gancho de Martí Pairó, con el 69 en la espalda y tras acallar a su defensor, ponía más leña al fuego (16-21, min 15). El mérito del buen periodo de los de PlaFerreras era de los pupilos de Solivelles, pero también de él. Sus indicaciones desde pie de pista, sumado a sus tácticos tiempos muertos ponían a los locales con un -5 (18 a 23). Victoria en el parcial y a seguir remando en los próximos minutos: la remontada era factible.

A la vuelta, correcalles. Marc Gil se erigía como “El Correcaminos” y trotaba por la pista en busca de canastas fáciles. Sin embargo, no cosechaba nada: los visitantes habían perdido todo el ritmo que habían impreso al principio y solo acciones individuales como un valioso triple de Àlex Fabra mantenían a flote a los suyos. Eso sí, Lucas Areny reaccionaba y Sant Gervasi, al trote, volvía a recuperar renta: 25-32 (min 21). A la par, su camarada Arnau López hurgaba en la herida y el electrónico volvía al +9 con un elefantiásico 2+1. El penúltimo cuarto terminaba con un 31-40. No había nada cerrado para el asalto final. Ojo…

Pero eso de que “no hay nada cerrado” se encargaba de contradecirlo el hombre del partido. Disfrazado de man of the match, con unos superpoderes dignos de Batman, Arnau López disparaba a Sant Gervasi. La renta era máxima en un momento del partido crucial y todo hacía presagiar que Plaferreras no conseguiría la machada. Pero para Solivelles, un míster con mucha clase, no hay imposibles. Pairó, bárbaro, encestaba desde cuatro metros y apretaba de nuevo el choque (39-44, min 29). No obstante, Areny y Gil ponían la directa y silenciaban la falsa remontada. El choque terminaba con 40-50. Sant Gervasi, ya en cuartos, y a la espera de rival. Virolai o los lobos claretianos de Kike Gros, sus rivales. La Copa Colegial está que arde.

Bernat Pallàs (Plaferreras) y Joan Sol (Sant Gervasi Mollet) fueron elegidos MVP’s del partido.