Llegaba el momento de tomar el testigo. La magnífica camada de 1999 que se había proclamado campeona del Estandarte en 2016 y que, no contenta con ello, había alcanzado las semifinales en 2017, ya había escrito una página de oro en el libro de historia de Agustiniano; pero historia era al fin y al cabo.  

El listón sin duda estaba muy alto, aunque las cachorras 'lobas' querían estrenarse en la presente Copa Colegial demostrando que podían estar al nivel de sus antecesoras. Y vaya si lo lograron, pues en su debut en la competición se impusieron por 37-42 a unas Irlandesas más 'fighting irish' que nunca y cuyo triunfo tampoco hubiera resultado injusto. 

Las chicas de Miguel Macho, quienes jamás fueron por debajo en el marcador, jugaron un baloncesto impresionante en la primera mitad y aunque en el tercer periodo se cortocircuitaron en ataque, supieron sufrir para acabar decantando la balanza a su favor. 

El conjunto visitante dominó los compases iniciales de la contienda, al compás de su espectacular 'playmaker' Carolina Bertoncini. Su exquisito manejo del cuero la hizo imparable en el uno contra uno y gracias su clarividente lectura del juego encontró numerosos lanzamientos liberados de sus compañeras en caso de que ella misma decidiera no penetrar. 

Lanzamientos que en el primer cuarto se encargó de materializar una acertada Patricia Crecis, autora de 7 tantos en este asalto inaugural. Nombrada a posteriori MVP Wibo del encuentro al alimón con Paloma Gómez, conformó junto a la propia Bertoncini y a Blanca Yus la potente y polivalente línea exterior de Agustiniano, pues la condición de base de las tres -coincidiendo casi siempre dos en pista- otorgó al equipo de una tremenda fluidez ofensiva. 

Precisamente Blanca Yus dio el susto de la jornada mediado el primer acto, cuando recibió un balón que no esperaba y en su desesperado intento por controlarlo chocó cabeza con cabeza con Cristina Beltrán. Un poquito aturdida, tuvo que retirarse al banquillo durante unos minutos, aunque por fortuna no tardó demasiado en regresar a la cancha. 

Con el luminoso reflejando un 8-13 empezó el segundo periodo, donde las desatadas 'lobas' siguieron abriendo brecha. Infranqueables en defensa, las de Miguel Macho dejaron en solo 6 puntos a Irlandesas en este cuarto, en cuyas filas solo el trabajo María García Velázquez evitó una diferencia incluso mayor al descanso (14-26). Todo parecía indicar que las visitantes tenían el duelo en el bolsillo, más aun cuando un triple de Patricia Crecis y una canasta de Carolina Bertoncini en la reanudación elevaron la renta de Agustiniano a un +17 (14-31, máxima del partido). Craso error.

Quizás despojadas de cualquier tipo de presión y ya con poco que perder pero sí mucho que ganar, en ese momento las 'fighting irish' elevaron enormemente su intensidad atrás, para acabar rozando con la yema de los dedos una épica remontada. En perfecta comunión con banquillo y grada -ensordecedor ruido en cada ataque 'lobuno'-, las de David Sánchez provocaron hasta nueve fallos rivales en lanzamientos de campo, y dos en tiros libres, en los siguientes seis minutos y medio, a lo largo de los cuales Agustiniano solo encestó en una ocasión. 

Mientras, el marcador se iba apretando poco a poco y con un triple de Cristina Beltrán al final del tercer asalto y otro de Paloma Gómez Pulido al comienzo del cuarto, se quedó en 32-33 restando 7:31. Y aunque acto seguido Patricia Crecis rompió la sequía visitante (32-35), Irlandesas estuvo muy cerca de igualar el choque, si bien esta vez el intento de la propia Cristina Beltrán desde el perímetro no quiso entrar. 

No obstante, esa no sería la última vez que las locales tendrían la oportunidad de restablecer las tablas ni tampoco la más dramática. En el intercambio de -figurados- golpes y falta de escasos segundos para la conclusión, Paloma Gómez Pulido dispuso de dos tiros libres con el electrónico en 36-38, pero solo metió el primero. 

Sin solución de continuidad, Carolina Bertoncini emergió de nuevo como la 'jugona' que ya había demostrado ser, afiló su colmillo de 'loba', atrapó la pelota y con unos nervios de acero... "¡Chofffff, sonó chofffff!", sentenció la contienda con un triple. Un triple que valió su peso en oro, en forma de pasaporte hacia los octavos de la Copa Colegial 2018.