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2 de Marzo de 2018. Colegio Nuestra Señora Del Recuerdo
Octavos de Final Masculino
Los chicos de Brains se ganaron un merecido pase a los Cuartos de Final en uno de los partidos más vibrantes y caldeados que hemos presenciado en esta edición de la Copa Colegial Bifrutas 2018. El encuentro ya comenzó con los nervios a flor de piel, con ambas aficiones entrando al pabellón y gritando al unísono en una tormentosa guerra de cánticos que buscaba ganar la primera pequeña batalla; la del factor cancha. Tras un primer período barnizado con pinceladas de auténtico buen baloncesto, tanto Recuerdo como Brains dieron un espectáculo gracias a un explosivo ritmo y al talento innato de ‘jugones’ como Fernando Román, Alejandro González o Ricardo Carazo. Los jugadores visitantes supieron mantener la calma y adueñarse de un encuentro que se les puso de cara desde prácticamente el comienzo, algo que no es tarea fácil en un partido tan agitado como el de ayer (cuatro jugadores fueron expulsados por personales, y entre ambos conjuntos lanzaron 55 tiros libres). El entrenador de los locales dio una nueva lección de cómo demostrar orgullo y pasión por su colegio, tanto remontando en un par de ocasiones, como defendiendo en presión a toda pista incluso cuando la desventaja superaba las dos decenas. Pero esto son los Octavos de Final de la copa, y en este caso eso no fue suficiente para batir a la prometedora plantilla de Brains, que cada vez se ve más cerca de repetir gesta: luchar por el estandarte en la Gran Final (como ya hicieron en 2015).
Primer cuarto: bonita rivalidad entre Alejandro González y Fernando Román
Instantes después de haberse puesto el balón en juego con el salto inicial, un balón suelto que parecía no pertenecer a nadie ni conducir a nada se vio de pronto entre las manos de un espídico Ricardo Carazo (que le ganó la carrera a su par) y se coló por el aro local tras un coordinado reverso y ganchito con la zurda.
Siguiente jugada, aclarado para Fernando Román en cabecera; bote por aquí, bote por allá, crossover que le genera gana un metro de espacio y se eleva en un elegante tiro de media distancia dejando la mano en alto tras dar la réplica. El partido era de ida y vuelta, con unas velocidades y una intensidad que parecía más un partido de profesionales que de estudiantes colegiales. ¡Qué delicia para los presentes!
Como no podía ser de otra manera, esta dinámica y emoción se trasladó a la grada, donde cientos de aficionados seguían con su particular partido fuera de las líneas del campo. Los visitantes buscaban atacar con aclarados dentro-fuera a manos de Alejandro González (que consiguió forzar faltas en numerosas ocasiones), mientras que los Napoleones buscaban la superioridad física en la pintura de su hombre grande, Miguel Prieto.
Algunos de los highlights que pudimos vivir en este primer asalto fueron un taponazo en las alturas a mano cambiada con el sello de Rodrigo Vecino (quien saltó con una medida verticalidad), una vistosa penetración desde el triple y escurriéndose con un reverso entre dos defensores por parte de Alejandro González (que tiene la velocidad y coordinación de un base en el cuerpo de un pívot) y una meritoria penetración usando el cuerpo y chocando para posteriormente lanzar en step-back a tablero con la firma de Fernando Román.
Quedaban 17” y resultado era de 9-12 para los Correcaminos, quienes pidieron tiempo muerto para aprovechar esta crucial posesión. El entrenador Marcos del Olmo tiró de estrategia para elaborar una eficiente jugada que liberó por completo a su hombre más enrachado (Alejandro González), pero el lanzamiento de 6,75 no entró y cayó en las manos de su compañero Carlos Díez, que se las apañó para forzar dos tiros libres a falta de un segundo. Pero esto no acabó aquí, Carlos erró ambos intentos, y de nuevo apareció la figura de Alejandro González para palmear el balón sobre la mismísima bocina y poner el 9-14 en el electrónico.
Segundo cuarto: sigue el toma y daca, pero Brains consigue ampliar la renta
Nada más dar comienzo este segundo cuarto, la intensidad y las ganas que ponían todos los jugadores conllevaron al momento desafortunado del choque: una lucha por un balón suelto (entre compañeros) propició una durísima colisión entre ambos visitantes. Este choque causó una severa brecha en la frente de Jorge Llera, que debido a la potente hemorragia no pudo volver al campo a representar a su colegio. Desde la Copa le deseamos una temprana y tranquila recuperación.
Pero Brains no iba a pisar el freno, y rápidamente pasó página para volver a dominar en la pista; triplazo de Alejandro González (que ya llevaba 12 puntos por entonces). Por parte de los Napoleones, Miguel Prieto seguía jugándose el tipo con jugadas muy físicas, y a pesar de colocar un humillante tapón a su rival no fue capaz de adueñarse del esférico y lo pagó muy caro: volvió a aparecer la velocidad de Ricardo Carazo para apoderarse de un balón suelto e irse al aro para forzar tiros libres.
Posteriormente, Ricardo protagonizó otra vertiginosa contra obligando a Alberto Carrero-Blanco a solicitar tiempo muerto, pues la desventaja para los Napoleones ya superaba la barrera de los 10 puntos. Al salir del minuto reglamentario, Pablo Carrero-Blanco enchufó un más que necesitado triple desde cabecera, volviendo a meter a sus aficionados en el encuentro. Necesitaban más acierto, y a ello contribuyó su compañero Carlos Soutelo robando el balón y finalizando una penetración sin oposición. Parcial de 5-0 para los locales y Brains para el partido.
El Napoleón Manuel González se trabajó un canastón tras bote digno de la vieja escuela, finta una, dos, tres y hasta cuatro veces, y tras hacer volar a su par anotó una delicada pérdida de paso que les ponía a tan solo cinco puntos, 17-22. Miguel Prieto seguía poniendo pinchos de merluza, pero Recuerdo no encontraba la manera de frenar los contraataques de los visitantes, que no daban opción de que les remontasen.
La defensa del conjunto de los Correcaminos se centró (eficazmente, todo sea dicho) de manera obsesiva en frenar a Fernando Román, que aprovechando su basketball IQ comenzó a buscar la ventaja interior de Miguel Prieto ya que su defensor se desentendía de él para ir a cubrir a Fernando. En otra ocasión esto podría haber funcionado, pero justamente ayer Miguel Prieto no tuvo su mejor día de cara al aro y no pudo convertir los numerosos lanzamientos desde el 4,60.
Justo antes de llegar al paso por los vestuarios Brains golpeó de nuevo con un triple esquinero de Ricardo Carazo (tras una penetración de Alejandro González que atrajo hasta a 3 defensores y supo doblar el balón al hombre libre) y Recuerdo contraatacó con la instantánea réplica por parte de Fernando Román, que con su triple colocaba el 22-31.
Tercer cuarto: Recuerdo sale enchufado, pero las personales les complican la remontada
El colegio Brains salió a pista defendiendo en zona 2-3 para sorprender, buscando alterar el ritmo y tirar por la borda los planes que hubiese organizado Alberto Carrero-Blanco para lograr remontar en el marcador. Aunque como suele ser habitual, actuó la Ley de Murphy, y se llevaron la primera en la frente (en este caso, de manera literal); Fernando Román se cuadra ante su defensor, se eleva, y la clava de tres en toda la cara del Correcaminos. Estaba claro que no querían perderle la cara al partido y lo iban a dar todo.
Poco tiempo le duró la alegría al conjunto Napoleón, y de ello se encargó Eduardo Bellver, autor de un sorprendente 2+1 con la izquierda en la zona. Mucha clase. De manera consecutiva fuimos testigos de un nuevo triple de Pablo Carrero-Blanco y de una inmediata contestación de Eduardo Bellver con otro ganchito. ¡Habían salido todos on-fire! Con el tanteo cada vez más reñido y una tónica muy alocada y sin claro dominador, jugadas como el precioso euro-step (marcando perfectamente los pasos) de Carlos Diez pusieron otra vez a Brains claramente por delante. Esto, junto al desacierto y las pérdidas de Recuerdo llevaron a los locales a pedir minuto para tratar de reorganizarse.
Los locales lograron anotar en una jugada colectiva tras una elaborada triangulación, pero cuando Recuerdo pretendía sorprender con otro intento de remontada llegó una fulminante noticia: 5ª falta de un Fernando Román que se dirigió con una frustración tremenda hacia el túnel de vestuarios (posteriormente volvió al banquillo para animar a sus compañeros hasta el final).
Quedaba mucho partido y la distancia era asequible, pero la ausencia de su MVP y las 4 faltas que llevaba su pívot Miguel Prieto obligaron al conjunto local a plantar una zona 2-3 con el objetivo forzar malos (y lejanos tiros) por parte de los Correcaminos (quienes cambiaron entonces su defensa a individual). Con esta batalla de pizarras se generaron minutos muy espesos y marcados por la imprecisión. Pero la experiencia de los visitantes se acabó imponiendo y una penetración (generada por un robo proveniente de la defensa individual) y un triple desde 8 ó 9 metros (en un espacio generado por la defensa en zona rival) de Ricardo Carazo puso el +14 en el marcador.
Una vez más, las aficiones se retaban en lo alto del pabellón; los fans locales entonaban un iluso “sí se puede”, a lo que los estudiantes del colegio Brains contestaban un realista “no se puede”. Un cuarto por jugarse e iban 30-46.
Cuarto cuarto: los Correcaminos rubrican con un aplastante parcial
En la primera jugada de este último asalto, Luis Guil desbarató el intento de remontada colocando un soberbio gorro al intento triple de un jugador de Recuerdo. Estaba claro que Brains no se iba a conformar con esa renta. Posteriormente, presenciamos de nuevo un intercambio de imprecisiones y malas decisiones que prácticamente no tuvieron repercusión en el tanteo. Además, entre tanta falta personal e interrupción llegó la quinta falta del pilar interior de los Navegantes, y Miguel Prieto tuvo que dejar la cancha para sentarse en el banco.
Como ya había demostrado antes, Eduardo Bellver estaba abusando de los jugadores interiores del Recuerdo, y una vez más puso a bailar a su rival para convertir otro ganchito de gran parábola. Su compañero de colegio (y de equipo) Luis Guil remató a los Napoleones con otro triple desde la esquina y una celebración dejando el brazo en alto durante unos eternos segundos. Carlos Soutelo se la devolvió rápidamente con otro lanzamiento desde el perímetro, pero la diferencia ya superaba los 20 puntos de ventaja y el apoyo de la grada visitante era ensordecedor y desesperanzador.
El entrenador Marcos del Olmo pidió calma a sus chavales, impartiendo pausa y decisiones sabias en la ofensiva visitante. Los Correcaminos hicieron un partido muy serio, sin ponerse nerviosos y dando una lección de cómo manejar el tempo. El base visitante, Ricardo Carazo dio otra muestra de su impresionante aceleración con un plástico reverso que le permitió apoyarse suavemente en el cristal. Este equipo tiene una mezcla de rapidez y pausa que puede llevarles muy, pero que muy lejos en este campeonato. Estad atentos.
Es cierto que ambas aficiones estuvieron espectaculares, pero sería justo decir que la actuación de los seguidores del Recuerdo tuvo aún más mérito ya que animaron toda la segunda mitad como si fuesen por delante en el marcador, y eso no es fácil cuando te van ganando por veinte y te vas a tener que despedir de la copa… Las gradas estaban hasta arriba, y el público estuvo de diez.
Alberto Carrero-Blanco metió en pista a la 2ª unidad, y les puso a defender en una intensa presión a toda pista, como si el partido acabase de empezar. Otro ejemplo de la garra y el orgullo que demostraron todos los miembros del Recuerdo en un partido en el que nada pudieron hacer contra los todopoderosos Correcaminos.
Los dos últimos minutos del choque fueron más activos en las gradas del pabellón que en la pista, con todos los estudiantes del Brains inmersos en una alegre fiesta. Entre el buen hacer de Carlos Díez y Luis Guil, más los ocho interminables tiros libres con los que Brains hurgó en la herida de los locales, los Correcaminos pusieron el abultado resultado final de 39-63.
La renta de veinticuatro puntos no reflejó ni mucho menos la diferencia real entre ambos colegios, ni hace justicia al esfuerzo que hicieron todos los chicos del Recuerdo, pero tampoco es descabellado decir que Brains tuvo el partido dominado desde el primer cuarto y que son justos merecedores de jugar los Cuartos de Final de esta Copa Colegial Bifrutas 2018.
Redacción. Hace 2 meses
Redacción. Hace 2 meses
Redacción. Hace 2 meses
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