La fría tarde invernal madrileña se coló por todos los recovecos del Joyfe Arena Estadium cuando a eso de las 18:30 horas lo que debían ser unas gradas calientes alentando a los Kanguros Joyfe, tornaron a un murmullo generalizado: la artillería local estaba preparada para el partido pero en el banquillo visitante Marcos Ruiz, entrenador del Liceo solo contaba con cuatro efectivos para comenzar el encuentro.
Las dudas asaltaron a todos los presentes, pues cabía la posibilidad de no disputarse el partido, algo que habría afeado, y mucho, la competición. Pero como si de una Teen Movie americana se tratase, de repente un aplauso generalizado en la grada acompañó la carrera del quinto hombre del Liceo desde la entrada del pabellón hasta el banquillo. Había partido, ¡y vaya si lo hubo!
Pero hablemos de baloncesto y del partido que inauguraba la competición para ambos equipos: los Kanguros Joyfe accedieron a la siguiente fase ganando a los Búhos del Liceo (50-36) con una primera lección aprendida: en la Copa Colegial nadie regala nada.
Primer Cuarto: A falta de lucidez, colchón de puntos a favor de los Kanguros (17-7).
Por todos es sabido que la lógica y el deporte son una pareja de novios adolescentes: ahora sí, ahora no, ahora ni siquiera lo sé. Y esto fue lo que se vio durante todo el encuentro, una colección de rarezas que desafiaron a la lógica de pensar que éste debía ser un partido fácil para los Kanguros si Fernando de la Iglesia movía bien sus fichas ante un Liceo condicionado a jugar los 32 minutos con el quinteto de inicio.
Era de suponer que el primer cuarto fuese igualado por aquello de la ausencia del presumible hándicap físico de los búhos según avanzase el partido, pero fue en éste en el que los locales consiguieron una mayor diferencia de puntos, que no de juego. A la primera canasta a favor del Liceo por parte de Noel Renedo le siguieron un parcial de 9-0 local en una puesta en escena marcada por bastantes errores tanto en defensa como en ataque por ambos equipos que se cobraron una primera víctima: el 10 de los rojos, Pablo Morillo, ídolo local, cometió dos faltas muy pronto e impidió a la grada disfrutar de su juego durante la primera parte.
Segundo Cuarto: Juego lento y exposición de errores. (8-6)
Como de este segundo cuarto hay poco que contar, pues ambos equipos se mostraron incapaces de anotar hasta su ecuador, lo mejor será recrearnos en la espectacular chapa de Daniel Gallego al búho Noel Renedo que se relajó bajo aro y el buen hacer de Jaime Rica y Sergio González creciéndose en rebotes defensivos en sus respectivos equipos.
No estaba siendo un partido atractivo para el espectador, muy a pesar de los cuatro jugadores mencionados anteriormente, que estuvieron presentes en lo poco que hubo vistoso en este cuarto. No perdamos un segundo más en este segundo round, créanme, no es necesario.
Tercer Cuarto: ¿Puede ganar Liceo este partido? (6-12)
Tras el intermedio, necesario para todos, asistimos a una “pequeña gesta” por parte del Liceo. Los chicos del Colegio Joyfe parecían cómodos viviendo por encima de la decena de diferencia y podemos decir que quizás faltó algo de ambición para cerrar el partido. El Liceo, sin miedo a la pájara física, si intensificó el ritmo y obtuvo premio. De los rebotes salían ganadores y el porcentaje de acierto a canasta se incrementó, especialmente cuando el balón caía en las manos de Noel. Los Kanguros parecían no reaccionar, pero el acierto de Pablo Castell desde la línea de tres calmaron momentáneamente a la grada: en un partido con baja puntuación, un triple es casi como que te toque el trozo de tarta que sobró del postre, algo muy dulce.
Llegábamos al lance final con 31-25 en el marcador y muchas dudas, ¿podía Liceo dar la machada?
Último Cuarto: Liceo se queda con cuatro en pista (19-11)
¿Recuerdan lo que leyeron líneas arriba de la lógica y el deporte? Pues atiendan. Los Búhos del Liceo perdieron a Álvaro Rosario y solo quedaron 4 gladiadores en el campo. ¿Se acababa el partido? No. Los Kanguros no supieron interpretar lo favorable de la situación y se dedicaron a realizar tiros exteriores cuando la superioridad pedía quizás lo contrario. Fueron unos primeros minutos de nervios locales y excitación visitante. Pero un oportuno tiempo muerto del míster local sentó las bases de lo que debían ser los últimos minutos de partido y ahí, ya si, los rebotes ahora si para Pablo Morillo y Jaime Rica y los puntos salvadores de Alejandro Cruz (+3 y +2) y David Rodríguez (+2+1 y +3) distanciaron a un equipo, el Joyfe, que ya si, respiró aliviado.
Daniel Gallego y Noel Renedo fueron elegidos MVP del partido. Quedará la incógnita de donde podría haber llegado este Liceo con banquillo, pero finalmente los laureles se los lleva el Colegio Joyfe, que había asistido a un partido muy Stranger Things y que, permítanme la licencia, al igual que la serie tendrá “segunda temporada”.
