Tras el correspondiente duelo femenino, el Nido de los abejorros ya gozaba de una colorida y sonora grada de animación, expectante de ver que depararía el encuentro masculino de esta primera jornada. Y sucediendo a la divertida y prometedora presentación inicial guiada por la mascota anfitriona, los jugadores de Maravillas no quisieron dar ni opción a unos héroes que buscaban la doble machada en esta jornada inaugural. Fue mediante un juego colectivo y gracias a la generosa aportación defensiva de cada uno de los jugadores de la plantilla abejorra que consiguieron no solo una sólida victoria antes los chicos de Atocha. Además, se han presentado también como serios candidatos al estandarte.

Primer cuarto: ambos equipos se toman las medidas

Como la tónica general de esta apasionante competición indica, los nervios se suelen apoderar de los instantes iniciales de los encuentros. Y una vez más, presenciamos un comienzo muy impreciso y poco acertado por parte de los jugadores de ambos conjuntos. 

El primer golpe en el marcador vino a manos del nuevo “jugón” del Maravillas Jacobo Méndez, demostrando su habilidad mediante una vistosa penetración hasta el mismísimo aro. Segundos después, su rival Borja González se adueñó de un balón suelto y transformó su acción en dos puntos favorables a los visitantes. Ya se habían estrenado ambos equipos, pero habían transcurrido 4 minutos y el electrónico lucía aún un mísero 2 a 2.

Viendo la dinámica del choque, los tiros libres se celebraban como si fuesen goles, y tan solo las ágiles penetraciones de Jacobo Méndez impartían algo de ritmo al encuentro, además de otorgar una pequeña ventaja favorable a los locales.

Pero la reacción de los azulones fue instantánea, y un triple de Gabriel Villarrubia y un lanzamiento de 5-6 metros sobre la misma bocina del cuarto a manos del pívot de Virgen de Atocha recortaba la diferencia a un disputado 8-7.

Segundo cuarto: un parcial mucho más anotador, pero ningún conjunto decide

Nada más comenzar este segundo asalto, Alex Giner le roba la cartera al rival como si de un caramelo se tratase, se desliza por la pista en un raudo coast-to-coast y finaliza un plástico 2+1 mientras se cae al suelo y lo celebra con su afición.

Por parte de los héroes, Gabriel Villarrubia sigue demostrando sus habilidades, y en una canasta de mucho fundamento nos recuerda a la icónica jugada de Jorge Garbajosa: finta de tiro en el triple para deshacerse de su par, un paso adelante para entrar en el arco, y bombeado lanzamiento de media distancia sin oposición. ¡Qué manita!

De nuevo aparecía la figura de Alex Giner, que echándose el equipo a las espaldas lograba un triple desde la esquina al final de una alocada posesión. Y una vez más, la réplica llegaba a manos de Gabriel Villarrubia con otro triple esquinero, pero esta vez en el aro de los anfitriones.

Un nuevo lanzamiento desde el perímetro para Virgen de Atocha (a cargo de Luis Almazán) devuelve la igualdad en el marcador, pero Alex Giner había salido para revolucionar el partido. Muestras de ello, su infinidad de formas de anotar: bandejas, rectificados, tiros lejanos… En este duelo de tú a tú, Raúl Blanco nos deleitó con un precioso sky-hook, aunque rápidamente se vio contestado por otro ganchito de Álvaro Franco.

Para cerrar este segundo asalto, el especialista tirador de los abejorros, Alejandro Luengo, clavó (tras un inesperado extra-pass) un precioso lanzamiento triple que cayó con nieve mientras sonaba la bocina que daba lugar al paso por los vestuarios. Casi se cae el pabellón en la celebración, y eso que tan solo iban 26-20.

Tercer cuarto: se engrasan las piezas de la maquinaria Abejorra

Gonzalo Pato estrenó el tercer asalto con un precioso rectificado a mano cambiada, y a su buen hacer se le unió otra canasta de mucho mérito de su compañero Eduardo López, que hacía las delicias de sus aficionados e iba abriendo una brecha considerable en el electrónico.

Los azulones llevaban ya varios minutos “haciendo la goma”, pero no conseguían remontar. Lograban alternar alguna canasta con buenas defensas, pero no encontraban una consistencia capaz de frenar el ritmo impuesto por los de amarillo. Y tras un demoledor triple de los anfitriones, Enrique Camps tuvo que pedir tiempo muerto para aclarar sus ideas y frenar la sangría que ya había derribado la barrera de los 10 puntos.

En términos defensivos, hay que destacar la actuación de Gonzalo Pato, quien se encargó de hacer una intensísima presión en toda la pista para desgastar al mejor jugador de los héroes, Gabriel Villarrubia. Este agotador cara-a-cara surgió efecto, y mientras que daba la sensación de que Gonzalo no achacase el menor cansancio, Gabriel se sentía muy incómodo con el balón en las manos. 

El resto de jugadores de Atocha intentaron recoger el testigo, y con un par de trabajadas triangulaciones y un triple muy bombeado de Raúl Blanco buscaron meterse en el partido de nuevo y no perderle la cara al encuentro. Pero el descontrol y la imprecisión volvió a adueñarse del duelo, y tantas pérdidas y errores dieron paso a un fulminante 2+1 de Alex Giner en pérdida de paso.

Maravillas se encontraba muy cómodo con esta ventaja, y frenó el tempo del choque buscando ataques más pausados y colectivos que terminasen por desesperar a sus rivales. Y fue así, como en una jugada muy generosa en la que los cinco jugadores tocaron el esférico terminó con un letal lanzamiento desde 6,75 que ponía el 45-28 en el tanteo.

Cuarto cuarto: el “defender y correr” de Maravillas, un auténtico rodillo

Los jugadores entrenados por Alejandro Galván habían planteado una estrategia defensiva característica de un equipo campeón, con una intensidad y una predisposición para robar balones que metía miedo a cualquiera que tuviese posesión del balón. Además, gracias a la velocidad de todos y cada uno de sus jugadores, era sencillo traducir estos robos en vertiginosas contras que produjesen puntos o faltas a favor.

Mientras, los representantes del colegio Virgen de Atocha intentaban mantenerse vivos en el encuentro de todas las maneras posibles, pero el balón les duraba muy poco tiempo en las manos y ni siquiera conseguían levantar lanzamientos que les diesen la mínima opción de recortar distancias.

A nivel individual, Jacobo Méndez seguía a lo suyo, castigando con incisivas penetraciones y rompiendo la barrera de los 20 puntos de ventaja. A éste, se le unió el amplio arsenal ofensivo de su compañero Alejandro Luengo: robo de balón, coast-to-coast y suave contra tablero consiguiendo el tiro adicional. Esta había sido la tónica en toda la segunda parte; viéndose los resultados del esfuerzo defensivo de los abejorros (que se cobró 15 robos de balón por tan solo 2 de los héroes).

Un par de canastas de los visitantes elevó su ánimo, pero era inevitable que la fiesta de despidiese favoreciendo a los vencedores: letal crossover de Alejandro Luengo que hizo las delicias de sus aficionados y posterior robo de balón + canasta de su compañero de equipo Pablo Liso, poniendo el 62-37 final en el marcador.

Los héroes de Virgen de Atocha dicen adiós a la competición, y solo les quedará apoyar a sus compañeras, encargadas de representar a su colegio en la edición femenina. Mientras que los abejorros del Maravillas se presentan a lo grande, dando la sensación de tener una de las plantillas más completas y mejor confeccionadas de las últimas ediciones, en la que cada engranaje encaja perfectamente para formar una temible máquina apisonadora.