El derbi gracienco entre Virolai y Vedruna se lo llevan los de Guillem Conde, que aspira por primera vez al doble estandarte, algo inaudito y nunca visto en la Copa Colegial Barcelona. Albert Recio (26 ptos) no basta para Vedruna, que se topa con un colosal Gerard Robert (21+11)

Las expectativas para el partido masculino de hoy eran muy muy altas. Guillem Conde, el entrenador de moda de la competición que hoy sumaría su 4ª victoria en 4 partidos, ya nos daba un toque a los organizadores: cuidado que hoy esto se llena. Efectivamente, dicho y hecho: la escuela Virolai, situada en las alturas de Barcelona y muy mal comunicada a nivel de transporte público, cosechaba el primer pleno de su historia en la Copa Colegial. Normalmente tienen afición y hay ambiente, pero lo de hoy era apoteósico: parecía un partido de Euroliga. En juego, un billete directo para el sorteo de cuartos de final. Vedruna o Virolai, Virolai o Vedruna: solo podía quedar uno.

Tras una complicada negociación y hasta tres cambios de fecha, el encuentro entre las dos escuelas de Gràcia comenzaba con todo. Jordi Domingo y Arnau Ruiz, nuestros árbitros de confianza, observaban el primer triple del match en el segundo minuto de juego, obra de Pau Medrano. A continuación, intercambio de canastas, pero con un claro dominio tanto en el juego como en el marcador de los locales. Escola Virolai había puesto el turbo con un notable Gerard Robert, amo y señor de la pintura, que frenaba los tímidos arreones visitantes propulsados por Albert Recio. MVP del primer partido con Vedruna, Recio volaba en la pista, pero se mostraba fallón en la línea de tiros libres, aunque no tanto como Raphinha en el clásico del domingo. Al cerrar el cuarto, 11-6 para Virolai, que estaba dando la sorpresa.

Y es que Virolai no partía como favorito en este choque. Aun y jugar en casa y haber arrasado en el primer partido, los pupilos de Conde y Zabaleta no parecían mejores que Vedruna… pero, de momento, estaban teniendo el día, o la tarde, más bien dicho. Y vaya si la estaban teniendo: abrían la lata también del segundo asalto para coger una buena máxima de +7 (13-6, min 10). La afición de Vedruna, no obstante, lejos de venirse abajo por el poco punch inicial de sus compañeros de cole, animaban como nunca. Era tarea suya también darle la vuelta a la situación y llevar en volandas a Pablo Morillo, Gabriel Solís, Pol Martí y compañía. Y de afición iban sobrados: Dídac, el ‘hombre-botella’, no fallaba a la cita y Willy ‘El Comepipas’, tampoco. Tal era la dimensión de la afición de Vedruna que la marea verde tenía que ocupar zonas no habilitadas en los laterales de la cancha. Tremenda esta hinchada que iba al compás del equipo: los jugadores se contagiaban de la alegría y el éxtasis de sus fans y se marcaban un parcial morrocotudo de 0-8, liderado por Jordi Fuentes, para ponerse 13-14 (min 13). El público, lejos de contenerse, abría cada vez más espacio: la afluencia de gente superaba el aforo de Virolai en, más que probablemente, el partido más exitoso nunca visto en este pabellón. Eran ya casi 450 las personas que estaban disfrutando del partido, el cual era por primera ocasión en la historia de la Copa Colegial Barcelona, transmitido en directo por Instagram Live. Alex Aisa, nuestro camera road de confianza, nos mostraba qué buena es la dupla Oriol Mercadal-Gerard Robert (14 ptos. entre ambos). Ellos dos solos, como Vini y Karim Benzemá, se zampaban a Vedruna. Zarpazos de olé y el marcador que daba una vuelta de tuerca más. Un parcial de 14-6 ponía a Viro de nuevo con un colchón de siete arriba: 27-20 y descanso de diez minutos.

Diez minutos claves para que llegaran los últimos efectivos de la organización. Desde Sagrat Cor Diputació, la lona de sponsors (Santalucía, Caixabank, Herbalife, WIBO…) y el estandarte de campeones de Barcelona 2023, volvían una vez más a Virolai. Los del norte de Gràcia buscaban seguir vivos en el camino a su primer estandarte masculino a la vez que lucían con pasión su estandarte femenino. Bien reluciente y limpio como una patena, el escudo de campeonas 2022 de las chicas de Conde presidía el estreno de la segunda parte. Unos dieciséis últimos minutos que se antojaban como vitales y en los que Virolai seguiría estirando el chicle, consiguiendo ventajas cada vez mayores. Mercadal y Guillem Mora perforaban la red de la canasta y el resultado seguía aumentando: la renta era ya de una decena de puntos, algo que no entendía Adrián Martínez. El míster visitante ponía tierra de por medio con un tiempo muerto más que necesario y que serviría para tranquilizar a los suyos. Quedaba mucho partido, pero no podían permitir que Virolai se escapara más. No lo iba a permitir, vaya: arengaba a sus pupilos y se conjuraban para un buen tramo final de cuarto. En la reentré, así sería: confianza ciega en Albert Recio, que hacía honor a su apellido. “Fuerte, grueso, robusto”, dice la RAE. Como un toro bravoooooo: triplazo para cerrar, Vedruna a siete (38-45) y todos preparados para el último round.

Y ahí sí, los primeros minutos del último cuarto eran los minutos de Vedruna, pero en especial de Recio. El toro bravo de finales del tercer cuarto se convertía ahora en un cojonudo Minotauro que amenazaba con todo a Virolai. Su nervio, su garra y su pasión por el basket colegial colocaban a los visitantes a un solo punto (48-49, min 27). El ambiente era cada vez más y más espectacular en la grada, llegando a picos de medio millar de personas. El aforo estaba siendo ampliamente superado, pero la Copa todo lo vale. Duelo tremendo de aficiones a tan solo tres minutos del final y con todo igualadísimo. Los tiempos muertos no eran sinónimos de respiro: a cada uno de ellos, las hinchadas se encendían un poquito más. Y sí, Recio es mucho Recio, muy robusto y todo lo que uno quier, pero Virolai triunfaba al final gracias al coro de sus jugadores. Hasta cinco guerreros virolaienses diferentes metían la bola en el aro para conseguir un pase a cuartos agónico. Agónico e inesperado porque ni ellos mismos se creían lo que acababan de hacer: habían tenido su día y se habían montado con cinturón, con casco y con airbag a la Vironeta de Conde, Zabaleta… y Paquito. Porque sí, el conserje Paquito también es parte de esta obra maestra de Virolai. A cuartos en categoría femenina y a cuartos en categoría masculina. El doble estandarte, algo que nunca ha ocurrido en la historia de Barcelona, más cerca. Solo les quedan seis partidos para la gran gesta. Están… en Estado de Gracia.

Gerard Robert (Escola Virolai) y Albert Recio (Vedruna Gràcia) fueron elegidos MVP’s del partido.