El rush inicial de Isaac Albéniz (10-2) queda en un mero espejismo. La Llauna tiene calité de sobras y muestra músculo. Apuntan alto: Canals, Sempere y compañía, jugadorazos
Impertérrita se quedaba la organización al entrar en el mítico pabellón de Països Catalans de Badalona. Allí, en sus tiempos mozos, había jugado el Joventut de básquet. Más de 3.000 espectadores podían caber en este ovalado estadio de baloncesto, que albergaba por 1ª vez un match de la Copa Colegial Barcelona entre los institutos de La Llauna e Isaac Albéniz. Aunque a punto estuvo de aplazarse… o directamente de no disputarse: “No podéis pasar, no estáis autorizados”, avisaba el recepcionista a los miembros de la organización. Tras un minutos de desconcierto, el lapsus terminaba. Sí había partido (y del bueno) y sí había Copa Colegial. A la mejor competición escolar de Europa no hay quien la pare. Huddle inicial de Pol Alonso y balón al aire.
Salida en tromba de Isaac Albéniz,que salían extra motivados. Daban miedo de la forma en la que se lanzaban a por los balones. Rugían fuerte los leones de Joel Pascual, que marcaban ya un parcial demoledor de 8 a 2 con dos triples en dos minutos de Pau Palacios, motivo por el cual Álvaro Puertas ponía remedio con un tiempo muerto. A la vuelta, reacción express de los ‘black boys’: solo pasaban 3 minutos cuando Isaac Albéniz pedía ahora un timeout por culpa del tremendo parcial de La Llauna capitaneado por un sublime Aleix Sempere. El partido no era para nada una lata: tenía de todo. Desde los picatostes con recepción hasta las elocuentes indicaciones de Pascual y Pol Franco (“¿Cómo carajo puedes hacer esta falta?”), pasando por los distintos parciales de ambas escuadras. Aunque este de La Llauna comenzaba ya a hacer pupa: 0-12. Por suerte, los locales se mantenían a flote con solo cuatro de desventaja y ahora obrando una buena defensa nuevamente, que volvía a ser desbloqueada por Daniel Rojas desde la línea de 6’75. Se estaba pasando el juego: era el mismísimo Bowser en el circuito de Mario Kart. Por no hablar de Sempere, transformado en Donkey Kong colgándose del aro. Acojonante… y 16-23 al cierre del primer periodo.
La remontada de La Llauna (de ir ocho abajo a ponerse hasta nueve arriba en el minuto 7) era solo un síntoma de lo que pueden llegar a hacer los ‘All Blacks’ en esta mágica competición. Puertas, ex jugador y actual míster visitante, les impartía aún más cátedra en el minuto de descanso y sus pupilos tomaban nota de ‘El Jefe’. Metían los BIE y aumentaban la presión en ataque, llegando a los diez puntos de diferencia gracias al encesto de Canals (18-28, min 11). El acierto cada vez era mayor, pero no tan solo de cara a canasta, sino también en el rebote y en el juego combinativo. La calidad era tal que Canals volvía a anotar con una jugada de “otro nivel, Maribel”. Superlativo el alero de La Llauna, que se tocaba su perilla pensándose el ‘GOAT’. De momento, lo estaba siendo y el luminoso lo reflejaba: 18-35 (min 14) y el choque cada vez más encarrilado. Isaac Albéniz no estaba atinado en ataque y las compañeras de los locales se iban. Pero no porque no confiasen una remontada, sino porque si no perdían el tren (más bien dicho, el metro). Tenían match a las 18h00 en Sant Antoni contra EPSA y tenían que salir pitando. La primera mitad finalizaba 18-41 y uno de los miembros del staff arengaba a sus jugadores: “Cabeza alta chicos”.
Y tan alta: tras el comeback a pista de los vestuarios, los chicos de Isaac Albéniz saltaban a pista, de nuevo, motivadísimos. Aun e ir a años luz en el marcador, se lo estaban pasando cojonudamente bien. Da gusto ver a equipos así: son más jóvenes y no lanzan la toalla porque saben que en la próxima edición llegarán lejos.
Ya en el tapete, buenos minutos de Hugo Tousset por parte de los de casa, que se divertían en la pista… y en el banquillo. La deshecha, cada vez mayor, no impedía que los cinco técnicos del equipo del músico Albéniz celebraran todas las canastas e incluso forzaran una técnica protestándole a nuestro árbitro de confianza, el bregado Arnau Ruiz. Buenos minutos de Albéniz, que tiraban del carro del jugador de L’Hospitalet Palacios comandando todos sus ataques. Y buenos minutos también de La Llauna que, un pelín sobrados, hacían peripecias, malabares y casi que volteretas en la mayoría de sus ataques. Se imaginaban que estaban en el circo domando a elefantes y leones, pero no. Delante tenían a chicos con mucha ilusión que no se dejaban intimidar. El tanteo al final del 3º cuarto era de 8-23 y el partido encaraba su recta final con 26-63. La Llauna, virtualmente en octavos un año más.
Dejan Chicharro fue un jugador clave en el Albéniz del año pasado y hoy se notaba su baja, especialmente en defensa. Así lo interpretaba el entrenador: “La Llauna defensa muy bien”, dejando así entrever la gran defensa del nº99 de los locales que maravilló a propios y extraños en 2022, siendo incluso convocado por el All-Star celebrado en Mollet del Vallès. Una defensa que hacía aguas en el último cuarto: La Llauna sacaba sus flechas y con el arco de Manel Rico y Sergi Teruel se enfilaba a los ochenta puntos para rubricar con el 39-82 final. La contienda no tendría, pues, más historia, más allá de un nuevo mate fallido Sempere, anulado por colgarse antirreglamentariamente del aro, tal y como marcaba el colegiado Ruiz.
Isaac Albéniz, que a partir de mañana empezará a pensar en la próxima edición en la que sus jóvenes talentos ya habrán crecido 365 días, y La Llauna, que ya se prepara para su siguiente rival, el Aula de Roger Liria, el Rey de Pedralbes.
Aleix Sempere (La Llauna) y Pau Palacios fueron elegidos MVP’s del partido.
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