El PIFMA Team estará en la final de Barcelona en el año de su debut tras remontar a Quatre Cantons en un partido loco. Adrián Caamaño, estelar, resuelve al final con ocho puntos en 3 minutos. Bravísimo torneo de 4 Cantons

Hoy era superjueves, de aquellos que nos gustan en la Copa Colegial Barcelona. Tras un enfrentamiento sin precedentes entre la cúpula barcelonesa y ‘El Plantel TV’ a raíz del polémico partido del pasado viernes, hoy era la clara escenificación de la reconciliación colegial. ¿Y qué mejor manera de celebrarlo que con un superjueves, con dos partidos y una retransmisión consecutiva de prácticamente cuatro horas y media? Guillem Piñeiro y Alex Vallejo pilotaban este primer directo de la tarde, la primera semifinal entre Quatre Cantons y Santa Pau-PIFMA, en directo por el maravilloso canal plantelista de Twitch.

El reloj marcaba las 16:15 horas y las semifinales ya estaban en juego. Robert Pascual, míster de 4 Cantons, estaba risueño porque recuperaba a uno de sus jugadores estrella, el pívot Nicolás Edel, que no pudo ser de la partida en los cuartos de final. Y con él tiraba del carro en los prolegómenos para comenzar por delante y marcar un parcial de 5 a 9. Un parcial que acababa traduciéndose en un necesario tiempo muerto para el PIFMA Team, que ya estaba por delante con 5 a 9 en el minuto 5. Parece que la comida de ayer en el susi Kioto le había sentado bien al coach cantonés, que se relamía con cómo estaba yendo el choque. “Estamos yendo todos a una, seguimos todos punteando los tiros, yendo a por el rebote. Un, dos, tres, Quatre!”, soflamaba en el tiempo muerto a sus chicos, que saldrían fuertes de nuevo con Joel Munné y un delicioso semigancho más rico que un nigiri de salmón flambeado. Brutal 4 Cantons -o “4 esquinas” como los llaman algunos-, que estaba haciendo lo que parecía imposible. La grada estaba llenísima y morrocotudamente animada, por lo que la gente se seguía sumando con el ascensor express que hay en los aledaños del parqué. La cosa, sin embargo, no se dispararía más por desgracia de Quatre Cantons y dos triples de Santa Pau más una penetración top de All-Star Pau Castan ponían a los de verde por delante al finalizar el cuarto. Quince a catorce y seguimos.

A la vuelta, buenos minutos y óptimas jugadas del PIFMA Team, que cada vez sembraba más opciones de tiro y buscaba nuevas jugadas estrambóticas, aunque algunas se topaban con la altura de Nico Edel, que clavaba un bárbaro pincho a Héctor Peralta. Aun así, reacción express del equipo lila para salvar el primer break en el tanteo. PIFMA se había ido de cuatro, pero el cuatro (Quatre) es un número que gustaba mucho a los visitantes. Por eso, los de lila recuperaban el tono y volvían a ponerse con 22 iguales, siempre al acecho gracias a la entrada de Gerard Miralles, que sería vitoreado como Carlos III de Inglaterra por su afición. Para ellos, Miralles es el rey y el MVP, aunque no estaba hoy cuajando su mejor partido. El parcial ahora iba 27-24 para PIFMA Team a falta de un minuto, y la cosa acabaría 29-26.

En la media parte, regalos para las aficiones de PIFMA y de Quatre Cantons. Una chica que nos había ayudado a la organización a llegar al pabellón era premiada con una camiseta con el 23 de Jordan, mientras que Billy, nuestro querido Billy, era recompensado por su incansable griterío. Brutal: dos premios más que merecidos. Como merecida era la mopa que se pasaba por el tapete, ya que este estaba muy resbaladizo. La verdad, eso sí, es que más allá de que el parqué se asemejara a la pista de hielo de skating de La Farga (L’Hospitalet), la pista era más que envidiable. Brutal el enclave y brutal la afición, así como despampanante lo que pasaría a continuación… un rush tremendo de 4 Cantons con Miralles poniendo la quinta marcha ponía al PIFMA Team en aprietos. Una falta en ataque muy celebrada por Adam Ben El Ahmar era la gota qua colmaba el vaso en Gerard Hereter, que decidía parar el partido durante 1 minuto. Pero no solucionaba nada… Ben, Miralles, Munné y compañía estaban haciendo el partido de sus vidas y el Quatre ya superaba todas las expectativas y todos los registros. Alex Aisa flipaba con el 37-43 (min 22) que reflejaba el electrónico y se ponía las manos en la cabeza con la nueva canasta a la remanguillé de Munné, que se enfilaba a los 17 puntos. Era el Lebron del equipo y estaba muy bien cortejado por su compa Vidal, que anotaba de dos un encesto inverosímil para relanzar +8 (39-47) a los esquinistas. Y de esquina a esquina movían el balón mejor que nadie: solo una bombita de Caamaño los molestaba. Cuarenta y uno a cuarenta y ocho tras técnica local y a encarar el último periodo. Brutal: la bomba estaba calentita para los últimos ocho minutos.

Y Santa Pau iba de mal en peor. Para más inri eran sancionados sin tiros libres BIE, pero tenían suerte que 4 Cantons no metía los suyos. El encaje de bolillos por parte de los verdes no funcionaba y esto se notaba: eran favoritos, pero no cuajaban. No cuajaban… de momento. PIFMA necesitaba un empujón de su grada-fan (que no grada-flans, como Kike Gros, entrenador claretiano, que nos confesaba estar ‘flan’ para la 2ª semi de hoy) y lo tenía. Allí está la marea verde cuando se la necesita, hoy rebosando el pabellón “de gom a gom”. Triple de Caamaño para rebajar distancias (44-48, min 27), algo que incendiaba la grada violeta. “Bote, bote, bote, PIFMA quien no bote”, exclamaban los hooligans mientras los colegiados José Manuel González y Juan Andrés (de nombre es Juan y no Juan Andrés, importante) expulsaban a David Montón y a Gerard Miralles por acumulación de personales. Lo estaban jugando todo y era normal: se habían sobrecargado. Como sobrecargado estaba el aro de PIFMA, que cada vez lo reventaba más y más la escuadra cantonesa. Ben El Ahmar y Pol Guillén estaban haciendo las delicias de Billy y de toda su corte y los premiaban con un +8 a falta de tres minutos. De esta parecía que no saldrían vivos los jugadores de PIFMA, pero lo volverían a hacer. Una conjura única en un tiempo muerto de los verdes ponía la primera piedra de otra remontada en el último cuarto, como ya hicieron contra Badalonès en los últimos minutos. Increíblemente, los de Virrei Amat sacaban a relucir todo su álbum de cromos, excepto el de Lluc Aínsa, lesionado y con muletas. Hereter y Pérez-Castejón (sí, se llama como el presidente Pedro Sánchez) arengaban a muerte a sus pupilos y estos saldrían a desplegar todo su arsenal. Compañeros la mayoría de ellos en el SESE, se veían capaces para obrar el milagro. Menos de tres minutos de partido y ocho abajo… pero tres choffs de Caamaño, dos de ellos a la contra y tras robo hacían a Pascual temerse lo peor de lo peor. “Estoy chafado”, nos reconocería después en la zona mixta. Porque sí, Caamaño seguiría enchufado enlazando ocho puntos prácticamente seguidos, y el PIFMA Team completaba la gesta, la hazaña, la proeza. Porque la proeza no es solo haber remontado a Quatre Cantons -sin duda el equipo más luchador de esta competición-, sino haber llegado a la final en el primer año de Copa Colegial. Ahora les falta lo más difícil: imponerse a La Llauna, que acabará siendo su rival, y sellar el pase a L’Alqueria del Basket. Estos chicos ya han hecho historia y ahora quieren hacerse leyenda, como el lema de la Copa Colegial 2023. Habrá finalíssima… con billete para Valencia.

Por su parte, Quatre Cantons se despedía con un sabor de boca muy agridulce. Lo habían tenido a tocar, se lo habían currado toda la semana con entrenos y haciendo promo por Insta, habían traído a muchísima afición hasta el Turó de la Peira… pero se les había escapado de las manos, como un líquido escurridizo… Lo volverán a intentar el año que viene: nos quedamos con sus jugadorazos y el gran talento humano del que ha llevado los mandos de esta escuela pública del Poblenou durante los últimos cuatro meses, Robert Pascual. ¡GRACIAS!

Pau Castan (Santa Pau-PIFMA) y Gerard Miralles (Quatre Cantons) fueron elegidos MVP’s del partido.

Revive el partido íntegro aquí gracias a la retransmisión de 'El Plantel TV'

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