Los robos de Claudia Gasull y Claudia Ramos, junto a la eficacia anotadora de Maria Estrada, se impusieron al dominio del rebote de Badalonès en un partido de ida y vuelta

Más de 100 personas llenaban el gimnasio transformado en cancha de baloncesto de Maristes Sants Les Corts. Maristes recibía a una de las escuadras que siempre está presente en la Copa Colegial: las imponentes jugadoras de Badalonès.

Nada más empezar el partido, la ala-pívot Paula Ten (Maristes) tenía el honor de anotar la primera canasta de su equipo en esta Copa Colegial 2019 y lo hacía desde el tiro libre. A raíz de este encesto, una cascada de puntos azules, liderada  por un vivaz y feroz ataque local de la mano de “las Paulas” (Paula Alonso y Paula Ten) desbordaban el marcador a las primeras de cambio con un espléndido 9 a 2 en tan solo cuatro minutos. Alèxia Surrallés era la encargada de romper el negativo parcial de las suyas con una canasta de muchos quilates, pero la insistente defensa local, liderada por una guerrera Clàudia Gasull con tres robos casi consecutivos, no daba ni un racimo de tregua a las jugadoras de Badalonès. Los gritos desde el banquillo de Maristes empezaban a resonar por todo el pabellón y alentaban poco a poco a la grada que veía como las suyas se iban al descanso con una cómoda renta de 12 a 6. Las cosas no le estaban saliendo bien a Badalonès, que se topaba una vez tras otra contra el muro defensivo de Maristes.

Los tiros BIE enfatizaban la tónica del primer cuarto. Maristes anotaba los dos, mientras que Badalonès volvía a errar una vez más desde la línea del cuatro sesenta. Badalonès parecía que no reaccionaba tras el receso: los balones perdidos le estaban pasando factura. Con un tanteo de 14 a 6 en el marcador, Sofía Casado y Simoneta Fernández le daban un empujón a las de Badalona con sendas canastas que, junto a cuatro puntos seguidos de Leire Rodríguez y Paula Ladero reaccionaban de manera express y se reenganchaban al partido (14 iguales, min 11). Un choque que estaba siendo hasta el momento un encuentro lleno de alternativas. Y más que lo sería cuando un intercambio de canastas entre la propia Casado (Badalonès) y Gasull (Maristes) llevaba el partido al terreno del toma y daca. Un terreno en el que estaba saliendo favorecido Badalonès que, tras de remontar 8 puntos de desventaja, se colocaba con un notorio 18 a 24 en el luminoso antes del timeout del coach local. A la vuelta, con solo un minuto en juego, un par de inteligentes ataques por parte de ambos equipos, situaban el 22 a 28 con el que nos iríamos a la media parte.

Tras la breve pausa del descanso, Maristes recapacitaba de su pésimo segundo periodo y se volvía a poner el mono de trabajo. Sabían que para ganar a este Badalonès hace falta mucho más que inspiración, hay que bajar a la arena de las gladiadoras. Maria Estrada (11 puntos hasta entonces) lideraba la reacción local acompañada de una estupenda Paula Alonso, que con una puerta atrás ponía a las suyas a un solo punto de Badalonès. Los decibelios en la grada, en la que cada vez iban apareciendo más allegados, iban subiendo de tono hasta que llegaron a un punto culmen con un canastón marca de la casa de Claudia Gasull previa asistencia de Claudia Ramos. Maristes ya estaba por delante (32-31, min 20) gracias a la mejor versión de “las Claudias”, que estaban dando una lección de cómo presionar en defensa y, a la vez, mantener un encomiable ritmo en ataque. Eso sí, aún no lograban parar las contras de Badalonès que, gracias a Casado, estaban resistiendo a los constantes envites de Maristes. Un timeout técnico servía para que las jugadoras tomaran oxígeno antes del sprint final del penúltimo cuarto, que finalizaría con un parcial de 16 a 7 para Maristes y un resultado global de 38 a 35 para las locales.

El último acto se preveía de infarto. El dominio en el rebote por parte de las dos pívots de Badalonès era la baza a la que se acogían las jugadoras visitantes, mientras que Maristes seguía confiando en Maria Estrada y su -casi- perfección en el  tiro libre (11 de 12). Badalonès lo intentaba mediante sus dos estrellas, Casado y Bagó, pero no lo conseguía. El férreo blindaje que había activado el entrenador local sobre las dos jugadoras insignia de Badalonès estancaba a las de rojo y permitía a Maristes seguir ampliando diferencias. Ten y Estrada eran de nuevo el martillo pilón para las locales, pero Laia Rosado era la encargada de dejar el duelo visto para sentencia con un demoledor 2+1 que animaba nuevamente a la hinchada local. Unos hinchas que ya se veían ganadores con 47 a 37. Aunque faltaran poco menos de 5 minutos, la diferencia de 10 puntos parecía insalvable por el feeling que había en pista en aquél momento. Un feeling que, tal y como anticipaba la grada, acabaría adueñándose de todo el pabellón: gritos de “ALE, ALE, ALE…” tronaban por toda la cancha. Maristes, con un tanteo de 53 a 42, había dado un golpe sobre la mesa y había demostrado que en la Copa Colegial nada es imposible: partido bien trabajado y meritorio triunfo en el bolsillo ante un siempre combativo Badalonès

Maria Estrada (Maristes; 17 puntos) y Laia Bagó (Badalonès; 11 puntos) fueron las jugadoras seleccionadas como MVP del partido.