Europa le pone orgullo y corazón, pero la calidad y el buen juego de las estrellas de Costa Llobera clasifica a los de Barcelona para la final. Quim Benavent, brillante

La ansiada semifinal empezaba tras una semana larga de espera. Los seguidores de la Copa Colegial observaban cómo el team dance, liderado por las chicas más jovencitas de la escuela Europa animaban la tarde en Sant Cugat del Vallès. A la espera para saltar a pista, los colegios de Costa i Llobera y Escuela Europa. El objetivo: estar en la gran final de la semana que viene.

Espadas en alto y al ataque. El local Hugo Alarcón estrenaba el marcador con una bandeja fácil, por lo que Europa ya se colocaba por delante a las primeras de cambio. Sin embargo, Costa Llobera no había venido aquí a pasar el rato y rápidamente sus jugadores mostraban su gran potencial. Nil Roig, con dos tiros libres encestados marcaba las primeras diferencias (2-5, min 3) y Quim Benavent aprovechaba con una canasta picada para apostillar la primera crisis inicial de los anfitriones. El ambiente era por el momento frío, pues aun y estar la grada bastante llena, las únicas que animaban eran las mismas cheerleaders. “¡Zipi y Zape, Europa al ataque; Mortadelo y Filemón, Europa campeón!”, coreaban las más pequeñas de la casa a la vez que Costa Llobera seguía hurgando en la herida y poniendo tierra de por medio nuevamente con splash Benavent (4-12, min 6). Tras un tiempo muerto en el que el entrenador de Europa intentó ponerle las pilas a sus jugadores rogándoles que pararan “de inmediato” las embestidas de los de amarillo, Europa saltaba a cancha de nuevo, pero las cosas seguirían torciéndose. Solo Carlos Boixareu, con un triple, evitaba que las distancias se ampliaran excesivamente. Al final del primer periodo, 7 a 18 para los visitantes.

Con mucho dinamismo y un alto nivel de juego empezaba el segundo cuarto. En el toma y daca ganaba enteros European School, puesto que recortaba mínimamente en el luminoso, pero de mientras Costa Llobera aprovechaba para lucirse. Un alley-oop fallido a tablero le aguaba la fiesta a los visitantes, que rápidamente se volvían a animar con una contra de Benavent. Una de las claves hasta el momento estaba siendo el ínfimo nivel que estaba mostrando European School desde la línea de tiro libre, en la que encadenaba un error tras otro y hacía inviable la remontada. Luis Blanco aparecía en escena y con una soberbia bomba enfriaba el pabellón antes de que, por fin, Marc Ibáñez rompiera el maleficio desde 4’65 con un tiro libre tras 6 errores consecutivos. Los locales  José Luis Eimil (0/4 en tiros de campo) y Ton Verdú (0/4 en tiros de campo) no estaban siendo los jugadorazos que decidieron las dos anteriores rondas y esto se estaba notando tanto en la pista como en el electrónico, el cual reflejaba un claro 17 a 34 para los de la parte alta de Barcelona al finalizar la primera parte.

Eimil anotaba su primer tiro de campo justo empezar la 2ª mitad. Eso hacía que European recobrara esperanzas ante la emergencia de su líder. Pero eran solo esperanzas de momento, porque los jugadores exteriores de Costa Llobera rápidamente se encargaran de que Eimil no cogiera más protagonismo del necesario. Los de amarillo sabían que cubriendo en defensa a Eimil se garantizaban muchos más números de llevarse el partido. El marcador a medianos de cuarto seguía siendo claro y meridiano: 23 a 41, por lo que Costa i Llobera ya empezaba a oler la final. Un nuevo alley-oop gracias a la conexión Graells-Benavent provocaba un timeout a la desesperada por parte del míster local. De este tiempo muerto dependía la reacción o no de sus jugadores. O enmendaban su actuación de inmediato y bajaban de la quincena de puntos de desventaja antes de entrar en el cuarto cuarto o lo tenían en chino mandarín. Y la reacción no llegó ni por asomo: 28 a 49 y el partido quedaba visto para sentencia a falta de los últimos 8 minutos.

Los tiros de dos y los robos estaban siendo la clave del match. En los primeros Costa Llobera mostraba un acierto del 45% y European apenas llegaba al 36% (con 10 tiros menos anotados). Por su parte, en los robos, Costa Llobera, también estaba siendo mucho más pillo con un balance de 20 robos por tan solo 9 de Europa. Estas dos estadísticas, sumadas a la inmensa calidad de Costa Llobera habían decantado el encuentro a favor de los visitantes. El banquillo amarillo empezaba a rotar pensando ya en el duelo final de la semana que viene. No convenía forzar a sus jugadores referencia dándole más minutos de los necesarios y exponiéndolos a una posible lesión si el marcador era tan descarado: 32-58 (min 28). Por parte de European School, solo Vilageliu y un resucitado Ton Verdú estaban mostrando, entonces, un nivel similar al de Costa Llobera. Vilageliu, un pívot con mucha clase, se enfilaba al doble doble con su décimo rebote y, con dos free throws llegaba a la quincena de tantos. Su compañero Verdú, por su parte, destacaba también en el apartado de las capturas (10). Unas capturas que precisamente estaban siendo el bálsamo para Europa, pues en esta segunda mitad estaban siendo su principal arma. Un arma que, no obstante, no permitía lograr su objetivo: reducir la desventaja en el tanteo. Al final del partido, 44 a 67. Los cuatro periodos, en el bolsillo de los de Costa Llobera.

De esta manera, y tras la foto de familia final, Costa Llobera confirmaba su acceso a la final. Badalonès ya le espera en el partido por el título. Un partido, más bien dicho, un partidazo, que de bien seguro no defraudará. Los fans colegiales ya estamos esperando con ansias que llegue el día. El día decisivo: aquél en el que solo puede quedar uno.

Edu Vilageliu (European School) y Quim Benavent (Costa Llobera) fueron elegidos MVP’s de la semifinal.