Varias maneras existen de hacer entretenido un encuentro de baloncesto y no siempre es a través de un torrente de puntos. Cuando las defensas se imponen con claridad a los ataques y la intensidad devora el virtuosismo, el suspense de un marcador apretado genera tanta o más adrenalina que la mejor exhibición de puntería, ya que cualquiera de esas canastas que llega a cuentagotas puede ser letal. Letal como un robo o un rebote, e incluso un ‘airball’ del rival celebrado como un triple propio. 

Un tipo de partido que este viernes vivimos en el incandescente Marsupial Arena, donde las chicas de Joyfe derrotaron a Maristas Chamberí por un ajustado 32-29. Un duelo disputadísimo que se decidió en los últimos instantes, pues restando apenas 41 segundos de juego el luminoso reflejaba un incierto 28-26. 

Entonces, un lanzamiento frontal desde la cabeza de la bombilla materializado por Isabel Risueño -tras un rebote ofensivo capturado por ella misma- parecía decantar definitivamente la balanza a favor de las ‘canguros’ y más cuando un tiro libre de Natalia Martínez ponía el 31-26 en el electrónico a falta de 8 segundos. 

Sin embargo, un espectacular triple contra tabla de Carolina Marín evitó que las anfitrionas celebrasen antes de tiempo su victoria, que solo sellaron con otro punto de la propia Natalia Martínez desde el 4.60 quedando únicamente siete décimas en el crono. 

Pero hasta llegar aquí habían sucedido muchas más cosas, entre dos equipos muy muy similares tanto en sus luces como en sus sombras. 

De hecho, nunca habríamos presenciado un final tan igualado si alguno de los dos conjuntos hubiera aprovechado mejor sus tiros libres, pero ambos firmaron discretos porcentajes y erraron lanzamientos importantes en los momentos decisivos. No en vano, Joyfe cosechó un 3 de 17 en esta especialidad (18%), por el 8 de 31 (26%) de Maristas Chamberí. 

Con las ‘canguros’ ejecutando veloces transiciones de pelota y las ‘tigresas’ apostando por ataques más pausados, el primer cuarto marcó la tónica predominante de lo que sería la velada, una velada en la cual brillaron con luz propia la local Isabel Risueño y las visitantes Laura Fajardo y Carolina Marín. Ello ante un público tan entregado como multitudinario, pues 300 seguidores de uno y otro bando abarrotaron la grada y se dejaron hasta el último aliento animando a sus jugadoras. 

Después de que el asalto inaugural concluyera 9-9, las de Iñaki Hernán amenazaron con despegarse en el marcador. Merced a un triple Cecilia Río, un ‘coast to coast’ de Risueño y una canasta lejana de Ainhoa Jiménez pisando la línea de 6.25, Joyfe logró un parcial de entrada de 7-0, que le colocó 16-9 arriba. Siete tantos de renta que serían su máxima ventaja en el encuentro, ya que su rival reaccionó a tiempo.

Y es que Maristas contestó de inmediato con un 0-6, al que Marín aportó dos puntos y Fajardo, cuatro. Racha que pudo alargarse y voltear completamente el resultado antes del descanso, pero la propia Fajardo falló entonces dos tiros libres mientras que Nerea Mora no perdonó acto seguido en jugada (18-15). 

En la reanudación, la pívot ‘tigresa’ afiló sus colmillos y se resarciría con dos impresionantes tapones sobre Marta Ruiz e Isabel Risueño, convirtiendo la pintura en su particular coto de caza: ‘Not in my house!’ Además, al acabar la contienda acumularía nada más y nada menos que 23 rebotes. 

Contienda cuyos últimos 8 minutos arrancarían con el electrónico en 21-19, después de un exiguo 3-4 en el tercer periodo. 

Conforme se iba acercando el final, el pulso se agarrotaba más y más a cada instante. La grada rugía como si no hubiera un mañana -no lo había- y la presión de caminar al filo de la navaja hizo que el pulso se agarrotara. 

Con 26 tiros de campo y 15 libres errados en este cuarto entre ambas escuadras, tuvo que ser la muñeca firme de Isabel Risueño quien comenzara a clarificar el partido, con ese lanzamiento reseñado al comienzo de esta crónica y que celebró con rabia y puños en alto. 

Concluido el duelo (32-29), los aficionados ‘canguros’ saltaron inmediatamente a la cancha para compartir junto a sus heroínas la alegría por la hazaña lograda, mientras que Javier Llopart, entrenador de Maristas, animaba a sus chicas y alababa su esfuerzo y trabajo. Orgullosas deben sentirse de su papel en la Copa Colegial 2017 y por eso nos sumamos al reconocimiento del técnico. 

Por su parte, Joyfe alcanza los octavos de final del torneo, demostrando una fuerte personalidad que hace de este equipo un adversario temible si todo se decide en el último instante.