Los jugadores de Arturo Soria deleitaron a sus incansables aficionados con un arrollador estreno en la Copa Colegial Bifrutas 2017. A pesar del prometedor comienzo de los Búhos, la superioridad física y el acierto sobre la bocina de los Numantinos les llevó a dominar el partido desde los instantes finales del primer cuarto. Los Bleus intentaron recortar distancias, pero Arturo Soria no soltó el acelerador hasta que sonó la bocina final con el 54-31 en el marcador.

Primer cuarto: intercambio de golpes 

La motivación y las expectativas puestas en el primer partido de ambos equipos se evidenciaron desde que sonó el pitido inicial. Al salto inicial le precedió una sucesión de contraataques y demostraciones de velocidad y explosividad por parte de los dos conjuntos, que con más nervios que confianza comenzaban el choque de manera alocada. Unos tiros libres de Beltrán García abrieron el marcador, pero 6 puntos casi consecutivos de los visitantes manifestaban que los Búhos no se iban a intimidar ante la presencia de los aficionados locales. Con el empate a 8 en el electrónico, Arturo Soria metió una marcha más en defensa, y con 3 tapones y 5 cinco puntos consecutivos obligaron a Álvaro González a pedir tiempo muerto.

Era de esperar que Liceo Francés saliese a morder tras las palabras de su entrenador, pero los jugadores locales plantaron una 'presión a todo el campo' al salir del tiempo muerto que abortó cualquier estrategia ideada por los rivales. A pesar de que la ventaja en el marcador era de solo 7 puntos al finalizar el primer periodo, la intensidad y el despliegue físico de los anfitriones servía como declaración de intenciones.

Segundo cuarto: la defensa local abre una brecha 

Las sensaciones visitantes no eran malas tras el primer cuarto, pero el siguiente periodo comenzó con 3 robos consecutivos de Rómulo Aguillaume, que con su buen hacer defensivo transformaba los ataques azulones en contraataques y tiros libres para los de verde. Los locales se empezaban a alejar en el marcador con un parcial de 7 puntos seguidos, pero aunque no consiguiesen anotar, Liceo Francés dominaba la batalla en la pintura y conseguía segundas y terceras oportunidades con cada lanzamiento. Dos intimidaciones, un triple y una canasta sobre la bocina por parte de Mario Ballesteros buscaban meter al Liceo en la lucha por el partido, pero el 26-14 del marcador y los atronadores gritos de la grada local imponían un duro golpe de realidad. 

Tercer cuarto: el 'show' de Rómulo

Tras los minutos de descanso, el partido se reanudó con la misma intensidad que al comienzo del mismo. Hasta entonces estaba siendo un partido de pocos puntos, pero de muchas revoluciones. Los locales abrieron el cuarto con un lanzamiento de tres puntos, y a partir de ahí cada imprecisión de un equipo se contrarrestaba con otra por parte de los rivales. A pesar de un breve intercambio de canastas (con Matthijs Stroobants como principal protagonista), las pérdidas y los balones sueltos se empezaron a adueñar del encuentro.

Fue entonces cuando el mejor jugador del partido, Rómulo Aguillaume, dijo basta: otros 3 robos seguidos con sendas asistencias y un triple alucinante en el uno contra uno ponían los 22 puntos de ventaja en el tanteo. Los Bleus se comendaban a Mario Ballesteros, que con su defensa, manejo de balón y capacidad para sacar faltas logró llevar a su equipo 4 veces a la línea de personal. Pero al hecho de que los puntos del Liceo Francés llegasen de uno en uno se le sumó un descomunal triple sobre la bocina por parte de Carlos Guerra, que cayendo con nieve ponía el 45 a 22 en el marcador, e infinidad de palabras de júbilo en la boca de los seguidores numantinos.

Cuarto cuarto: un periodo discreto, pero con guinda final 

El marcador se mantuvo intacto durante los 4 primeros minutos, en los que el orgullo de los visitantes salió a escena. Aunque con tiros muy precipitados, Liceo dejaba claro que no se iba a rendir, y que se podían ver superados en anotación, pero no en intensidad. Un lanzamiento desde más allá de 6,75 y cuatro visitas a la línea de tiros libres (debidos a una clara superioridad en la zona) de los Bleus acortaban una ventaja que se había ido previamente hasta los 27 puntos. El parcial en contra y los 6 tiros libres seguidos que falló el conjunto de Alberto Ramos encendieron un poco a la afición de los Búhos, que acompañaron la sustitución de su mejor jugador, Mario Ballesteros, con cantos de “¡MVP, MVP!”. Aunque de nada sirvió la mejor lectura del partido que comenzaba a realizar la segunda unidad de los azulones, porque cuando se disponían a cerrar el encuentro con un sabor de boca menos amargo (9-6 favorable en este cuarto), se encontraron con otro triplazo de parábola inverosímil sobre la bocina a manos de Carlos Guerra, quien dejaba la imagen de ser todo un experto en estas situaciones.

El resultado final de 54-31 supone el pase a la siguiente ronda de los Numantinos de Arturo Soria. Y los más de veinte puntos de desventaja suponen también un inesperado y tempranero adiós a la Copa Colegial Bifrutas 2017 por parte de los Búhos del Liceo Francés, un equipo que a pesar de sus resultados en las últimas ediciones, año tras año tiñe de alegría y buen baloncesto esta competición.