“Los partidos duran 32 minutos. Nosotros hemos ganado 29 y ellos 3”. Con estas palabras resumía el MVP de Maravillas Álvaro Rodríguez Mújica cómo se les había escapado la victoria ante San Agustín tras una durísima Semifinal. Las Águilas se clasificaron para su cuarta Final de la Copa Colegial gracias a haber creído hasta el último momento y haber reaccionado a tiempo. Un parcial de 0 – 16 en el último periodo les valió para demostrar que son todo un EQUIPO y que como tal están preparados para luchar el próximo 19 de mayo por el Estandarte ante Maristas Chamberí.

Sin duda, el encuentro de Semifinales estuvo muy a la altura. Empezando por la Presentación, en la que la mascota local, su carismático Abejorro, se encargó de ir nombrando uno a uno a los jugadores con la energía para acabar de despertar a la grada. Pancartas y carteles teñían de amarillo  pabellón, quedando todo listo para el inicio del duelo.

Primer cuarto: máxima intensidad e igualdad

Los primeros minutos de esta grandísima Semifinal fueron un auténtico regalo para todos los amantes del baloncesto. Suele ocurrir que hay uno de los dos equipos que salta a la cancha con más fuerza, más concentrado o más seguro. Sin embargo, tanto San Agustín como Maravillas salieron enchufados, anotando en todos los ataques a pesar de que ambas defensas fueron muy intensas. El Águila Rodrigo Lardíes marcó el 0 – 2 con un corte por el centro de la zona, mientras que Jaime Aguado respondió para el 2 – 2 penetrando desde cabecera sin pensárselo. Así, con Rafael Bueno repartiendo juego en los visitantes y Enrique Perpiña en los locales, finalizamos el periodo inicial con empate a 16 en el marcador.

Segundo cuarto: el ritmo se mantiene

La estrella local Álvaro Rodríguez fue poco a poco mostrando su talentazo y grandes dotes de calidad. Ya no sólo por su capacidad de anotación, con tiros en suspensión esquivando los tapones rivales desde todos los ángulos, reboteando o penetrando a base de pasos laterales y una larga lista de recursos; sino por su capacidad de generar juego y también equipo. Su capitán, Iñigo Rodríguez, se encargó también de mantener a los suyos unidos y al ritmo necesario de un partido como éste. Tras su tiro libre convertido con el que se ponían por delante 21 – 20 en el marcador, inauguró un parcial de 8 – 0 que obligó al entrenador de San Agustín, Miguel Ángel Soberón, a pedir tiempo muerto. Cada balón suelto parecía un premio para el que lograra llevárselo, de tal forma que las salidas al contra ataque que terminaban en 1x1 nos dejaron un auténtico recital de cómo debe atacarse el aro.

La pareja de interiores de San Agustín Guillermo García y Gonzalo Lardíes, con 9 y 13 rebotes cada uno, mantuvieron a su equipo vivo, gracias a su superioridad bajo el aro. Dos jugadores que se encargaron del trabajo que no siempre es el que más luce, pero el que sin duda marca la diferencia. Así, con Maravillas ganando 31 – 27 marchamos al descanso.

Tercer cuarto: todo por decidir

Los presentes 8 minutos fueron quizás los más “tranquilos” del partido, si es que hubo un instante de tranquilidad en este encuentro. Las dos plantillas mantuvieron su juego sin grandes cambios. Los locales llegaron a ponerse 8 puntos por delante a falta de cuatro minutos (40 – 32) pero los visitantes consiguieron entrar en la recta final a tan sólo 4 (40 – 36), gracias a un triple de Rafa Bueno. Por parte de la plantilla amarilla, los rápidos y eléctricos Jaime Aguado y Pablo Rodríguez hicieron porque su equipo mantuviera la intensidad, a la vez que Álvaro Rodríguez inventaba canastas y generaba ventajas cada vez que tocaba el balón.

Último cuarto: ¡sí se puede!

Las canastas de Santiago Álvarez – Barón y de Álvaro Rodríguez ponían a Maravillas 8 puntos por delante. Faltaban 5 minutos pero por cómo estaban los equipos parecía que el pase a la Final se quedaría en casa. Sin embargo, el Águila Gonzalo Lardíes resurgió en un partido que se le había puesto muy cuesta arriba desde el primer cuarto cuando tuvo que sentarse tras cometer dos faltas. Desde ese momento, quizás superado por la tensión y la impotencia, no pudo tomar las mejores decisiones ni desplegar su juego en condiciones. Aun así, llegó el último periodo en el que decidió dar un golpe en la mesa para por fin ser él mismo en la cancha, y anotar 10 de los 16 puntos de la remontada con la que ganarse el pase a la lucha definitiva por el Estandarte. Los otros 6 los sumó Guillermo García (que acabó con un total de 18), que fue fiel a su constancia también hasta el último momento.

San Agustín tiró de coraje, tiró de orgullo, tiró de garra, tiró de fe y se llevó el gran premio. Los locales se vieron abrumados ante semejante acierto y confianza de los visitantes y no pudieron reaccionar. La jugada en la que Álvaro Rodríguez fue doblemente tamponado por Gonzalo Lardíes y Guillermo García, que terminó en 2 + 1 de Rodrigo Lardíes fue probablemente la que más daño hizo. 3 minutos malditos y benditos que hicieron que San Agustín se clasificara para su cuarta final tras vencer 47 – 52.

La Semifinal fue una auténtica fiesta de baloncesto colegial, con aficionados de ambos equipos totalmente entregados disfrutando del duelo. Para despedir la cita, Álvaro Rodríguez y Rodrigo Lardíes fueron elegidos como Mejores Jugadores del Partido y dedicaron unas palabras de agradecimiento a sus compañeros y a la grada.

Quedarse a las puertas de la Final da mucha rabia, pero esperamos que el tiempo haga ver a los jugadores y equipo técnico de Maravillas que llegar hasta las Semis es algo muy difícil y que aunque se les haya escapado es algo que han conseguido. Gracias por haber sido tan buenos competidores y esperamos que sigan dando tanta guerra en futuras ediciones.

Para San Agustín deseamos toda la suerte en la Gran Final que les enfrentará el próximo 19 de mayo a Maristas Chamberí. Se han convertido en un bloque muy sólido y, desde luego, con esa fe en sus posibilidades tienen todo a favor para poder alzarse con el Estandarte de campeones. ¡A por todas!