El vigente subcampeón entraba en liza. Ese magnífico plantel de jugadores que ya fue cuartofinalista en 2015 y que rozó el título en 2016 debutaba en la Copa Colegial 2017 con un único objetivo en el horizonte: el Estandarte, en la temporada del adiós a la competición de siete de sus jugadores. 

Sin embargo, en un equipo en el que habitualmente brillan con luz propia los veteranos Pablo Suárez y Pablo Alonso -ausente este viernes-, fue en esta ocasión el joven Gabriel Gil quien firmó una actuación monstruosa, para que Maristas Chamberí derrotara a Joyfe por 27-80 en partido correspondiente a la segunda ronda del torneo. 

Demostrando una gran polivalencia a ambos lados de la cancha, el ala-pívot -nacido en 2001 y por consiguiente dos años menor que ‘los Pablos’- cosechó la friolera de 38 puntos y 14 rebotes, que cristalizaron en un impresionante 50 de valoración a la conclusión de la contienda. 

Contienda en la cual los ‘tigres’ emprendieron con éxito el largo y duro camino hacia ese señalado Estandarte, asaltando el candente Marsupial Arena de unos ‘canguros’ que inauguraron el luminoso merced a un triple de Pablo Gil. 

Sin embargo, esta sería a la postre la única vez en que los locales liderarían el marcador, que pronto volteó el conjunto visitante comandado por un impetuoso Carlos García-Mauriño. Todo corazón y energía, el ala-pívot de Maristas fue un auténtico perro de presa en estos compases iniciales del choque, donde impuso su privilegiado físico para robar varios balones y erigirse como punta de lanza de la defensa ‘tigresa’. 

Contragolpeando a una velocidad de vértigo, los pupilos de María José Ortiz contestaron con un rotundo 0-10, que obligó a solicitar un tiempo muerto a Fernando de la Iglesia, técnico de Joyfe. 

Una pausa que revitalizó durante unos instantes a los ‘canguros’, quienes en la reanudación estabilizaron diferencias y pasaron de ese -7 en los tres primeros minutos (3-10) a un -1 en los siguientes cinco (8-9), para un global de 11-19 en el asalto inaugural. 

Pero el cambio de cuarto también trajo consigo un importante cambio en el esquema ofensivo de Maristas, cuyo número de triples intentados incrementó notablemente en el segundo periodo. Una apuesta de la que los ‘tigres’ dejaron constancia ya en su primer ataque, con una canasta de perímetro de Jorge Moro que puso el electrónico en 11-22. 

Aunque la puntería de los visitantes no fue ni mucho menos óptima en este cuarto -erraron seis lanzamientos desde el 6.25-, su continua búsqueda de los hombres abiertos obligó a abrirse a su vez a la defensa de Joyfe, concediendo espacios interiores que Gabriel Gil aprovechó sin contemplaciones. 

Un jugador capaz de encestar por dentro y por fuera, como demostró con dos triples seguidos justo antes del descanso, al cual se llegó con un marcador de 16-38. 

El paso por vestuarios no enfrió a los chicos de María José Ortiz, quienes a su vuelta sentenciaron el encuentro con un arrollador parcial de 2-23. Arrinconando en la banda a sus rivales con numerosos dos contra uno, los ‘tigres’ recuperaron muchos balones, que fueron suministrando casi en su totalidad a un desatado Gabriel Gil que seguía martilleando el aro de Joyfe (18-61). 

Con el deber cumplido, el ala-pívot cedió el protagonismo ofensivo en el último acto a su compañero Eduardo ‘Griezmann’ Campos -increíble su parecido físico con el futbolista francés-, quien además de anotar impartió una lección magistral de cómo dirigir al equipo. Fruto de ello acabó como máximo asistente del mismo, repartiendo cuatro pases de canasta. Además, su actuación en la recta final contrarrestó las postreras embestidas del ‘canguro’ Roberto Gutiérrez Morante, autor de 4 tantos, un rebote, un tapón y un robo en estos minutos. 

De esta forma, un batallador Joyfe capituló 27-80,  despidiéndose con honra de una Copa Colegial 2017 en la cual Maristas Chamberí sigue postulándose como uno de los grandes candidatos al título. ¿Logrará alcanzar la gloria que rozó el pasado curso? Credenciales ha demostrado, pero el camino es exigente. Partido a partido.