Los jóvenes de Escolapios aguardaban impacientes a los leones de Mirabal, tenían el apoyo de un pabellón lleno, un equipo de animadoras e incuso a la mascota del equipo, pero aún con todo el viento de cara, el partido no iba a ser un camino de rosas. La Copa Colegial es esa competición en la que todos los equipos se dejan el alma para pasar de ronda, y eso es lo que vimos en los Escolapios de Pozuelo. Dos conjuntos con el cuchillo entre los dientes que se dejaron la vida en cada posesión y regalaron a la afición un encuentro que no se decantó hasta los últimos segundos. La victoria del partido se la llevó Escolapios, pero ganar, ganaron todos.

Pre partido

El partido entre Escolapios y Mirabal comenzó mucho antes del pitido inicial. Ya en las rondas de calentamiento, los pompones de las animadoras de ambos equipos inundaban la cancha, la afición dejaba cada vez menos huecos en las gradas y la mascota de Escolapios hacía las veces de speaker. Pudimos ver como los equipos fueron presentados jugador por jugador, y arropados por un pasillo de cheerleaders, hasta finalizar con un bonito saludo entre locales y visitantes. Después, todos juntos se abrazaron para escuchar el Huddle de la Copa Colegial , un escrito que ensalza los valores de competitividad sana e igualdad que identifican esta competición y que fueron un puro reflejo de lo que se iba a vivir en el campo.

Primer Cuarto: Lobos en manada

El partido comenzó con la intensidad de una final. Perder en la Copa Colegial  significa quedarse fuera de la competición, y ambos lo sabían. Los lobos locales le imprimieron una velocidad vertiginosa al partido, con un Luis De Gómez Sellés a un nivel espectacular que capitaneo a su equipo durante los primeros compases y estableció un frontcourt muy productivo con Álvaro Jiménez. Escolapios daba golpe sobre la mesa y dejaba claro a los leones de Mirabal que iban a tener que echar el resto si querían llevarse el partido.

Por su parte, el combinado amarillo intentó resistir las acometidas con orgullo, y aunque en ataque conseguían jugar en la pintura y acercarse al aro, no tuvieron la suerte de su parte, mandando el partido al segundo cuarto con un 14-8 en contra.

Segundo Cuarto: Más de lo mismo

El segundo periodo comenzó algo más calmado, como un segundo asalto en el que los contrincantes que se han probado y se conocen mejor. Se tantearon con puntos en las dos canastas. Las defensas eran férreas y los contrataques poco frecuentes, por lo que ambos entrenadores tiraron de pizarra y ataques estáticos, consiguiendo la mayoría de puntos desde penetraciones o tiros de media distancia. El cuarto se cerró con un parcial de 8-6, que dejó el marcador 22-14 para el descanso.

Tercer Cuarto: Lluvia de puntos

El descanso sirvió de estímulo para ambos conjuntos. El número de animación, las dos hinchadas animando a voz en grito y un partido abierto. Los leones querían recuperar la distancia en el marcador y los lobos querían remachar el partido.

Los locales ajustaron el punto de mira y dieron un recital de triples, especialmente Álvaro Jiménez, que notó tres a cuál más espectacular. Escolapios movía el balón, combinaba con eficacia y obligaba a Mirabal a esforzarse en defensa persiguiendo la jugada, pero cuando la bola se mueve rápido con pases bien seleccionados, corre más que cualquier jugador.

Sin embargo, los visitantes también hicieron su juego. Utilizando a Iker Cruz Oraa como ancla a ambos lados de la cancha, y a Carlos Vega Nieto como mariscal de batalla, el joven base se echó el equipo a la espalda y asumió los galones de la remontada. Con aclarados y penetraciones consiguió acercar a su equipo a solo tres puntos de distancia, pero la mala fortuna le obligó a salir del terreno de juego por un duro golpe justo cuando estaba encontrando su mejor versión. Así, los leones se quedaron con su pívot como referencia y optaron por exprimir el juego en zona. Pero Escolapios supo aprovechar la ausencia de Carlos y volvió a tomar distancia, mandando el partido con un 35-29 al último cuarto.

Último cuarto: ¡Qué bonito es el baloncesto!

Carlos Vega Nieto volvió a salir a pista, y fue el canalizador de la esperanza en la remontada. Casi sin consumir tiempo en el electrónico recortaron cuatro puntos, pero un triplazo del pívot local Carlos Bécker y un contrataque, les devolvieron al punto de inicio.

Durante el ecuador del último cuarto, pudimos ver un precioso duelo personal entre los números 30 de ambos equipos: Álvaro Jiménez por los locales contra Carlos Vega Nieto de Mirabal. Los dos bases querían la portada y se sentían cómodos con el balón en las manos y todos los focos apuntándoles. Álvaro dirigió a su equipo, asistió y comando las jugadas dejando a compañeros liberados que anotaban sin dificultad, mientras que Carlos optó por la vía rápida anotando penetraciones de una categoría All Star.

Así llegamos al final, restaban solo dos minutos y dos puntos les separaban. El entrenador de Escolapios, Jaime Gómez Sellés gastó su último tiempo muerto para pedirle fundamentos defensivos a sus jugadores. Tenían que dejarse el alma protegiendo su aro. Y la estrategia le funcionó, secaron a su rival en el momento más decisivo del partido e hicieron los deberes en cancha rival, así ante la impotencia de Mirabal, el partido finalizó con un 48-43.

Postpartido

Igual que en el pre, el postpartido fue una fiesta. Ambos equipos se saludaron con deportividad, y los MVPs cogieron el micrófono para dar unas palabras de agradecimiento a la afición, a los rivales y a la Copa Colegial  Uno de los encuentros más emocionantes de la primera ronda, que se saldó con deportividad y la diversión de todos los presentes. Puro baloncesto.