Después de la fiesta vivida en el estreno de la Copa Colegial 2017 en el partido entre los chicos, tocaba el segundo plato de la tarde, el duelo entre las chicas. Con dos equipos con muchas ganas de pasar a la Segunda Ronda, las locales para no ser menos que sus compañeros y las visitantes para mantener vivo el nombre de su Colegio en esta Copa Colegial.

Primer cuarto. De tú a tú desde el inicio.

Y casi sin descanso entre partido y partido, ¡balón al aire! y a jugar. Muchas dudas y nervios de inicio en ambos equipos, aunque una canasta de pívot local María Sendino inauguraba el marcador, que además de otra canasta de Ana López hacía crecer esa diferencia inicial.

Las de la Furia Roja, no querían dejar la oportunidad de pasar ronda y para ello tenían claras sus premisas, darle velocidad al partido y una fuerte defensa en zona. Con Andrea Lorenzo estrenaban su casillero de puntos, canasta que volvía loca a su afición, que con el gran trabajo de equipo, elevaba esa anotación hasta darle la vuelta al luminoso.

Lástima que por esa velocidad en el juego de las visitantes, sacaron provecho de sus pérdidas las Tigresas de Santa María del Pilar y con dos canastas, primero de Ana López y luego de Irene Forcada, forzaba a Sergio Delgado, entrenador de Obispo Perelló a parar el partido, para lógicamente, pedirle más calma, y sobre todo, menos nervios a sus jugadoras.

Y tanto que salieron mejor de ese Tiempo Muerto, con seis puntos, dos de Elena García y sobre todo dos tiros libres y una grandísima penetración de Lucía Martínez ponían el 10-11 a poco para terminar este primer cuarto. Sin embargó, la brega de María Cecilia de la Mata haría que su equipo se fuera por delante después de los primeros ocho minutos, 12-10.

Segundo cuarto. Primeras diferencias en el marcador.

Una rápida canasta de la local Inés Menéndez, elevaba a cuatro puntos la diferencia, pero en un momento de múltiples rotaciones, hacía que Obispo Perelló reaccionara bien y empezara a jugar más fácil, con grandes momentos en ataque y buenas acciones defensivas, sobre todo con Diana Martín y Andrea Lorenzo, y el “liderazgo invisible” de una gran Violeta Gómez, que sería a la postre la Mejor Jugadora WIBO del partido para las visitantes.

El marcador que quedó en 14-17 mediado el segundo cuarto, cuando Ana Díaz-Plaza, entrenadora del equipo local pedía tiempo muerto para intentar organizar a sus jugadoras. A partir de ese tiempo muerto, las jugadoras naranjas subieron mucho más su nivel de defensa lo que hacía que salieran más fáciles las cosas en ataque también y poco a poco irían recortando diferencias, lideradas en gran parte por Beatriz Menéndez, la que sería Mejor Jugadora WIBO del partido para las Tigresas de Santa María del Pilar.

Llegábamos al último minuto con 21-19 en el marcador, pero un 2+1 logrado por Lucía Jerez elevaría a cinco la diferencia a falta de unos pocos segundos, donde Obispo Perelló fallaba un triple que les acercaría en el marcador, pero la fortuna (o no) quiso que el balón no entrara y llegar a manos de Irene Forcada, que casi desde el medio del campo anotaba, ¡sí!, la locura inundaba la grada de la afición local, que llegaba al descanso con la máxima renta hasta el momento, 27-19.

Tercer cuarto. Sigue la igualdad en el juego.

El cuarto comenzaba con un gran robo de balón por parte de Andrea Lorenzo para Obispo Perelló, que culminaba con una gran entrada a canasta. Y dejaba claro que Obispo Perelló nunca se rinde (como cantaba su grada) e iba a dar la cara hasta el último instante.

Aún así, la gran defensa local no dejaba acercarse en exceso a sus rivales y con grandes minutos y acciones de Beatriz Menéndez volverían a mandar en el partido y aumentar las diferencias hasta los diez puntos, 34-24 a poco más de dos minutos para finalizar el cuarto. Momento que tras un tiempo muerto, las visitantes cambiaron su defensa zonal, pasando de 2-3 a 1-3-1, cosa que hizo estar mucho más activas a sus jugadoras e incomodando a las Tigresas.

En medio de un final de cuarto lleno de fallos y errores por ambos equipos, dejaba el cuarto con 34-26 a favor de las jugadoras de las Tigresas de Santa María del Pilar, pero como ya sabemos, en la Copa Colegial no hay nada escrito hasta el pitido final.

Cuarto cuarto. La Furia Roja no se rinde fácilmente.

Y ese ímpetu del que hemos hablado otras veces, se hizo ver, con un gran 2+1 de Andrea Lorenzo y una posterior canasta de Sofía de la Calle tras unas buenísimas defensas, acercaba a las suyas en cuatro puntos, 36-32. Donde un tiro libre de Cristina Bravo para las locales les daba un poco de oxígeno en ese “acoso y derribo” de las chicas de Obispo Perelló.

Pero esa intensidad que había crecido con el inicio del cuarto no bajó un ápice, y con una gran canasta de Elena García y dos tiros libres de la misma protagonista dejaban a su equipo a sólo un punto, 37-36, y más de tres minutos por jugar. La grada de la afición visitante empezaba a creer en la victoria, su entrenador en la banda gritando frases como “¡Queda mucho, disfrutad de la Copa!”.

Pero claro, enfrente un rival que no quería dejar escapar lo que han tenido controlado durante todo el partido, y junto una gran idea de juego, unido a la quinta falta de la visitante Lucía Martínez, que estaba siendo la mejor en la defensa de la Furia Roja.

Los tiros libres finales anotados por Irene Forcada y Beatriz Menéndez daban esa tranquilidad a las suyas y sentenciaban el marcador ante la impotencia del equipo visitante, cerrando el marcador con el 45-36 en el marcador.

Y hasta aquí llegó la primera jornada de la Copa Colegial en el Colegio Santa María del Pilar, donde ambos equipos locales consiguieron clasificarse para la Segunda Ronda, mientras que los visitantes de Obispo Perelló, un año más no conseguían pasar de esta Primera Ronda.